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miércoles, 14 de noviembre de 2007

¡ORACIONES DE PACTO!



EL MENSAJE DE PROSPERIDAD.
Se ha escuchado en estos tiempos muy a menudo que Dios bendice la prosperidad del cristiano si siembra para recibir la cosecha de sus oraciones de pacto.
Se debe atender con prudencia aquellos mensajes de prosperidad. ¿Puede el creyente hacer un “pacto” con Dios, en el que Dios esté obligado o garantice bendecirle por hacer una ofrenda a un predicador que solicita fondos para su ministerio? ¿Es del agrado de Dios el contrato de intercambio de una donación que se le hace a Él para recibir a cambio prosperidad económica, milagros o lo que se desea obtener?
La Biblia muestra compromisos hechos por Dios al hombre. Así por ejemplo:
Con Adán y Eva prometiéndoles que habría redención para el hombre (Gn. 3:15).
Con Noé, prometiéndole que en su persona preservaría la raza humana (Gn.9:9).
Con Abraham: Dios bendeciría a sus descendientes (Gn. 15:18).
A Israel: lo declaro como pueblo escogido de Dios (Ex. 19:5-6).
En el pacto levítico habría reconciliación por medio de la expiación sacerdotal (Nm. 25:12-13).
Con David: el Mesías nacería como descendiente de David (2 S. 23:5).
Anunciado por los profetas de Un Nuevo Pacto (Jer. 31:31-34) por medio de, Jesucristo para reconciliar al hombre con Dios. (Is. 42:6; 29:8). (Hebreos 7:22; 8:6-13) (2 Co. 3:6-18).
En todos los pactos nombrados Dios es el que promete al hombre; y su palabra es fiel que los ha cumplido. En cambio el pacto de prosperidad divulgado en la actualidad es de orden inverso; es decir, nace en el hombre para obligar a Dios lo cumpla. ¿Es legítimo este pacto?
Veamos que enseña:
2 Pedro 2:1-3 “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme”.
La Biblia nos advierte a ser prudentes respecto a las prédicas de pactos de prosperidad.
¿Qué Enseña Jesús Respecto A La Prosperidad?
Nos enseña que el camino del cristiano es angosto. Seguir a Jesús significa: “El Negarnos A Nosotros Mismos, Tomar La Cruz Y Seguirle”.
Mateo 16:24
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame
¿Que significa “Negarnos A Nosotros Mismos?. La negación es verdadera cuando en efecto, no pensamos en nosotros mismos; en nuestro bienestar, y de esta manera nuestra atención está en “La Cruz De Jesús” para llevarla con nosotros. Esa negación significa también, negar nuestro espíritu finito como ser humano para trascender con Jesús hacia la vida eterna y morar con Él.
La eternidad no nos es accesible directamente por obra nuestra sino a través de la obra de Jesús en la Cruz.
De ordinario también se escucha que llevar la cruz es ayudarle a Jesús en su paso al Gólgota, como se narra en los evangelios sobre La Crucifixión y muerte de Jesús;
Marcos 15:21 Y obligaron a uno que pasaba, Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, que venía del campo, a que le llevase la cruz.
La Biblia enseña la manera de llevar la cruz a los que somos de Cristo:
Gálatas 5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
MATAR LAS PASIONES Y DESEOS ES NEGARNOS A NOSOTROS MISMOS, TOMAR LA CRUZ DE CRISTO Y SEGUIRLE.
Llevar la cruz es el camino angosto, el que lleva a la vida y pocos lo encuentran. Esa cruz no es fácil de llevar. Es la vía dolorosa soportando nuestra cruz. Crucificada nuestra carne con las pasiones y deseos.
En cambio la puerta ancha y espacioso el camino lleva a perdición, y muchos la siguen.
Mateo 7:13-15 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.
¿Cómo se entiende el discurso de prosperidad con el mensaje de Jesús?
Veamos lo que le sucedió al joven rico: Jesús le pidió cambiara su riqueza material por el tesoro en el cielo donde la polilla ni el orín lo descomponen, y ladrones no lo roban.
Marcos 10: 21 Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.
Mateo 6:20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.
El mensaje de prosperidad es tentador para el cristiano. Nuestra respuesta será la oración enseñada por Jesús a sus discípulos:
Mateo 6: 13...no nos metas en tentación, mas líbranos del mal... La tentación de seguir el camino ancho que lleva a la muerte.
Asaf en el Salmo 73 ilustra ese riesgo de ruina y emprende la gran batalla del alma, un maratón espiritual, una campaña dura y luchada a brazo partido, en que el que estaba medio vencido, al final quedó victorioso.
El relato de la“Prosperidad Ilusoria De Los Impíos” empieza en el Vers.2: “En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; por poco resbalaron mis pasos”
Los que temen a Dios y empiecen a mirar a un lado, a las cosas del mundo, sepan que les será difícil mantener su fe y el temor de Dios en las épocas de prueba. Recuerden el ejemplo de David; era un hombre que había pasado mucho tiempo yendo y viniendo del cielo; pese a todo, mira un poco a un lado, a la feria de oropeles de este mundo, y casi pierde el pie; sus pasos resbalaron. Edward Elton.
Los errores del corazón y la cabeza afectan pronto a la conducta. Hay una relación íntima entre el corazón y los pies. Asaf apenas podía mantenerse en pie, su entereza se perdía, sus rodillas se doblaban como una pared que se desploma. Cuando un hombre duda de la rectitud de Dios, su propia integridad se tambalea. Charles Haddon Spurgeon (C.H.S)
Vers.3 Porque tuve envidia de los arrogantes, viendo la prosperidad de los impíos.
Es una lástima que un heredero del cielo haya de confesar: «Tuve envidia», pero peor sería si dijera: «Tuve envidia de los necios.» Con todo, este reconocimiento -me temo- deberíamos hacerlo la mayoría. (C.H.S)
La prosperidad parece ser un arma peligrosa, y sólo el inocente debería atreverse a usarla. El mismo Salmista, antes de pensar en ello, empezó envidiando la prosperidad de los impíos. William Crouch.
Vers.4 Porque no tienen congojas por su muerte, pues su vigor está entero.
La noción que prevalece todavía es que una muerte quieta significa un más allá feliz. El Salmista ha observado que la verdad no es ésta. Las personas descuidadas se endurecen y siguen en su presunción seguros incluso hasta el fin. (C.H.S)
Vers.5 No pasan trabajos como los otros mortales, ni son azotados como los demás hombres
Porque Dios les ha concedido los deseos de su corazón, para que siendo sucios se ensucien todavía más; como un enfermo a quien el médico prudente no prohíbe nada porque sabe que su enfermedad es incurable.
Las pruebas duras no parecen afectarles; no gimen bajo la vara divina. En tanto que muchos santos son pobres y afligidos, el pecador próspero no es ni lo uno ni lo otro. Es peor que los demás hombres, y con todo, está en mejores condiciones: ara menos, y tiene más forraje. Merece el infierno más ardiente, pero tiene el nido más caliente. Gerhohus.
Vers. 6 Por tanto, la soberbia los rodea como un collar; se cubren el vestido de violencia
Se jactan como fanfarrones, embisten y atacan, y, si pudieran, cabalgarían por encima de toda la Humanidad. (C.H.S)
Vers. 8 Se mofan y hablan con maldad de hacer violencia; hablan con altanería
Son los que dicen: Hazlos trabajar como caballos y que coman como perros; si se quejan, envíalos a la cárcel o que se mueran en un asilo. Hay muchos que hablan de esta manera. Hay una raza de hombres que hablan así de sus obreros, por más que no sean éstos perfectos, y que los consideran como si fueran animales de un orden inferior. (C.H.S)
Vers. 12. He aquí estos impíos, sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas
Mira. Considera. Aquí tienes un enigma. El enigma de la Providencia. ¡La piedra de tropiezo de la fe! Aquí hay los injustos recompensados y mimados, y no durante un día o una hora, sino toda su vida. Desde su juventud estos hombres, que merecen la perdición, se han regodeado en la prosperidad. Merecen ser colgados en cadenas, y las cadenas atadas a sus cuellos; son dignos de ser expulsados del mundo, y, con todo, el mundo pasa a ser suyo. Los sentidos ciegos y pobres exclaman: « ¡Mira esto! Asómbrate, y hazlo recto con la justicia providencial, si puedes.».Tanto la riqueza como la salud son su dote. No tienen deudas ni quiebras, sino latrocinio y usura, que son su sustancia. El dinero produce más dinero; las monedas de oro ruedan a sus cofres; los ricos se hacen más ricos, los orgullosos más orgullosos. ¡Señor! ¿Por qué? Tus pobres siervos se vuelven más y más pobres, y gimen bajo sus cargas, y se preguntan acerca de tus caminos misteriosos (C.H.S)
Vers.13. Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, y lavado mis manos en inocencia;
De este modo tan necio discute el más sabio de los hombres cuando su fe cabecea y se duerme. Asaf era un vidente, pero no podía ver cuando la razón le abandonaba y le dejaba en la oscuridad. Asaf había tenido cuidado de sus manos y de su corazón; había guardado su vida externa como la interna, y era un pensamiento amargo el que todo esto había sido inútil y le había dejado en una condición peor que los mundanos de manos sucias y corazón endurecido. Sin duda, el carácter horrible de la conclusión tiene que mostrar que es insostenible; no puede ser así en tanto que Dios sea Dios. Era una mentira que hedía demasiado para ser tolerada mucho tiempo en el alma de un hombre bueno; por ello, en un versículo o dos vemos que su mente da media vuelta para seguir otra dirección. (C.H.S)
Vers. 14. Pues he sido azotado todo el día, y castigado todas las mañanas
El camino al cielo es un camino de aflicción, un camino de perplejidad, persecución, con cruces abundantes, como fue la ruta de los israelitas por el desierto, o la de Jonatán y su escudero, que tenían una peña a un lado y otra peña en el otro. Y en tanto que se arrastraban a gatas, las piedras debajo, los espinos y cardos clavándoseles en las manos; los peñascos y los promontorios sobre ellos; así el cielo es alcanzado con dolores, paciencia y violencia, siendo la aflicción un compañero inseparable. «El camino de la cruz es la ruta del cielo», dijo un mártir (Bradford); y otro: «Si hay algún camino hacia el cielo, pasa por la cruz.» Un hombre puede ir al infierno sin necesidad de cayado, como decimos; el camino al mismo es fácil, recto, lleno de rosas; basta con ceder a Satanás, pasar de un pecado a otro, de un mal propósito a una mala práctica, de la práctica a la costumbre, etc. John Trapo
Vers. 15. Si dijera yo: Hablaré como ellos, He aquí, a la generación de tus hijos engañaría.
¡Ay del hombre por el que viene la ofensa! Las palabras precipitadas, no digeridas, poco consideradas, son responsables de mucha fricción y dificultades en las iglesias. Ojalá que, como Asaf, los hombres frenaran su lengua. Cuando tenemos sospechas de estar equivocados, lo mejor es que nos callemos; no nos hará ningún daño el estar quietos, y puede causar grave daño el esparcir nuestras opiniones formadas precipitadamente. (C.H.S)
Vers. 17. Hasta que entrando en el santuario de Dios, comprendí el fin de ellos
La envidia roe ahora el corazón, pero un horror santo de su condenación inminente y de su presente culpable llena su alma. Retrocede para no ser tratado de la misma manera que los orgullosos pecadores, a quienes hace un momento consideraba con admiración (C.H.S)
Vers. 18 Ciertamente los has puesto en deslizaderos; en asolamientos los harás caer.
El castigo eterno será más terrible en contraste con la prosperidad anterior para aquellos que están maduros para el mismo. Considerado en conjunto, el caso del impío es todo él horrible; y su gozo mundano, en vez de disminuir el horror, en realidad hace el efecto más terrible, tal como el relámpago fulgurante en medio de la tempestad no hace sino intensificar la impenetrable oscuridad que circunda. El ascenso a la horca de Amán fue un ingrediente esencial en el terror de la frase: «Colgadle en ella.» Si los malvados no se hubieran levantado tan alto, su caída no habría sido tan profunda. (C.H.S)
Vers. 19¡Cómo han sido asolados de repente! Perecieron, se consumieron de terrores.
Como los árboles derribados por el rayo, son monumentos a la venganza; como las ruinas de Babilonia, revelan en la grandeza de su desolación los juicios del Señor contra todos los que se exaltan indebidamente. La gloria momentánea de los que carecen de la gracia es borrada en un momento, su exaltación es consumida en un instante. (C.H.S)
Vers. 21 Se llenó de amargura mi alma, y en mi corazón sentía punzadas.
Alexander traduce: «Mi corazón estaba agriado.» Su espíritu estaba amargado; había juzgado en una forma desapacible, hosca. Se había vuelto atrabiliario, lleno de bilis, melancolía; había emponzoñado su propia vida en su manantial, y con ello la corriente era amarga como la hiel. (C.H.S)
Vers. 22 Tan torpe era yo, que no entendía; era como una bestia delante de ti.
«Era como un verdadero monstruo delante de Ti», no sólo una bestia, sino una bestia embrutecida, una de las más obstinadas e intratables de todas las bestias. Creo que ningún hombre puede ir más abajo que en esta humilde confesión. Esta es una descripción de la naturaleza humana y del viejo hombre del santo ahora renovado que no puede ser superada. (C.H.S)
Vers. 23 Con todo, yo siempre estuve contigo; me tomaste de la mano derecha.
No renuncia a su fe, aunque confiesa su necedad. El pecado puede afligirnos, y, pese a ello, podemos tener comunión con Dios. Es un pecado querido y que nos deleita el que nos separa del Señor, pero cuando lo lamentamos sinceramente, el Señor no va a apartarse de nosotros. (C.H.S)
Vers. 25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
Dice David. ¿Qué son los santos para un alma sin Dios? Esto es válido tanto respecto a las cosas como a las personas. ¿Qué tenemos en los cielos sino a Dios? ¿Qué gozo hay sin Dios? ¿Qué es la gloria sin Dios? ¿Qué son las riquezas, muebles, refinamientos, sí, incluso las diademas del cielo, sin Dios en el cielo? Si Dios dijera a los santos: «Aquí está el cielo, tomadlo, pero yo me retiro», ¿cómo llorarían los santos en el mismo cielo, haciendo del mismo un valle de lágrimas verdaderamente? El cielo no es el cielo a menos que en él gocemos de Dios. Es la presencia de Dios lo que hace el cielo; la gloria no es sino el estar más cerca de Dios. Joseph Caryl
Vers. 26 Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
El alma piadosa que sinceramente ama y con fervor anhela al Señor Jesús, busca a su Amado por todas partes, objetos y sucesos. Si le encuentra, ¿quién es más feliz que él? Si no le encuentra, ¿quién está más desconsolado? ¡Ah!, Señor Jesús: Tú eres el mejor de los amigos, Tú eres el objeto de mi amor; mi alma te busca; mi corazón te anhela. ¿Qué me importa el mundo con todos sus placeres y pompas, su poder y gloria, a menos que Tú estés en él? ¡Qué me importa la comida más delicada, las bebidas más dulces y la compañía más alegre a menos que Tú estés presente y a menos que pueda mojar mi bocado en tus heridas, endulzar mi bebida con tu gracia y oír tus palabras confortantes! Ciertamente, Salvador mío, incluso si yo estuviera en el cielo y no te hallara allí, no me parecería que fuera el cielo. Por tanto, Señor Jesús, cuando, con lágrimas, suspiros y anhelos del corazón y esperanza paciente, te busco, no te escondas de mí, sino permíteme que te halle; porque, « ¡Señor!, ¿a quién tengo en el cielo sino a Ti?; y no hay sin Ti ningún bien en la tierra para mí. Mi carne y mi corazón desfallecen; pero Dios es la fuerza de mi corazón y mi porción para siempre.» Christhian Scriver.
Vers. 27. Porque he aquí, los que se alejan de Ti perecerán. Tú destruirás a todo aquel que de Ti se aparta.
Los meros paganos, que están lejos de Dios, perecen cuando llega su hora; pero los que, habiendo sido suyos según lo que han profesado, actúan de modo infiel, llegarán a una condenación activa y serán aplastados por su ira. Leemos ejemplos de esto en la historia de Israel; ojalá que no tengamos nuevos ejemplos creados en nuestras propias personas. (C.H.S)
Vers. 28 Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; he puesto en Jehová el Señor mi esperanza, para contar todas tus obras.
Esto no es un hecho aislado. No es meramente volverse hacia Dios y decirle: «He venido a Ti.» La expresión es: «Acercarse». No es un acto único; es el acercarse, acudir, andar habitual, proseguir, y así sucesivamente, en tanto que estamos en la tierra. Es, pues, una actitud de práctica que tiene que ser impresa y activada en nosotros. Montagu Villiers.
Es morir en nuestra cruz, y solo así seremos los discípulos amados de Jesús. Eso significa renunciar a todo lo que se posea. Lucas 14:27,33.
Oremos para que nuestro Dios nos ayude a llevar la cruz que no es fácil. Amén.

viernes, 9 de noviembre de 2007

No Es Con Espada Ni Con Ejercito Mas Con Su Santo Espíritu




» Un Mensaje De Paz y Amor «

¡Orando Para Recibir
El Poder Del Espíritu Santo!

Porque No Me Avergüenzo
Del Evangelio,
Porque Es Poder De Dios
Para Salvación
A Todo Aquel Que Cree;
Romanos 1:16





¡AUTONOMÍA Y PODER
DEL ESPÍRITU SANTO!
Romanos 8:26-27
Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
Aun cuando la TRINIDAD sea Un Misterio que no se pueda entender racionalmente; empero, siendo UNO SOLO DIOS, El Padre, El Hijo, y El Espíritu Santo son diferentes entre sí. Por eso se comprende que El Espíritu Santo Interceda por Nosotros. Eso significa que ejerce su propia voluntad dentro de su naturaleza propia de Ser Divino.

EL ESPÍRITU SANTO CONOCE A DIOS MEJOR QUE CUALQUIER OTRA PERSONA Y ES SU GOZO EL REVELARNOS A SUS HIJOS QUE LE AMAMOS
1 Corintios 2:10-11
Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
¿Quién me conoce? Solo mi propio espíritu que está en mí. El Espíritu de Dios conoce las cosas de Dios. Él sabe, tiene conocimiento y voluntad propios para examinar aún lo más profundo de Dios.
El Espíritu Santo es tan diferente al Padre y al Hijo que pudo haber decidido no levantar de la muerte a Jesús. Pero, “Él Es Fiel” le levantó de los muertos y Jesús regresó al Padre.
El Espíritu Santo mantuvo su promesa de estar con Jesús en el tiempo de su vida en este mundo:

En el bautismo de Jesús:
Lucas 3:21-23
Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió, y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia

En La Tentación de Jesús
Marcos 1:11-13
Y luego el Espíritu le impulsó al desierto. Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían.

Jesús principia su ministerio
Lucas 4:13-15
Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor. Y enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por todos

Las palabras de Jesús son Espíritu y son Vida Juan 6:63
El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida

Jesús echa fuera demonios
Mateo 12:28
Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.

Jesús dependía del Padre se rindió a su autoridad.
Dios dio a Su Hijo unigénito para redimir al pecador.
Juan 3:16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

El Espíritu Santo le reveló a Jesús Su Poder.
El Espíritu del Señor está en Jesús:
Lucas 4:17-19,21
Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor.

Jesús hizo su obra santa en el mundo.
Juan 19:30
Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espírituJuan 17: 4-5
Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese

LA CRISTIANDAD ES UNA REVELACIÓN, NO ES RELIGIÓN. LA AUTORIDAD QUE REVELA ES EL ESPÍRITU SANTO Y MORA EN EL CRISTIANO:
Juan 14:17
El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotrosJuan 14:26
Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.Hechos 1:8
... pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra

EL ESPÍRITU SANTO ES EXTREMADAMENTE SENSIBLE A LAS OPINIONES DE HOMBRES CARNALES
Efesios 4:29-30
Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
La gente contrista al Espíritu Santo por lo que dice de Él.
Sin La Presencia Del Espíritu Santo Nada Se Puede Hacer. No Se Puede Educar A Los Creyentes Para El Ministerio.

Expresar La Convicción De Que Jesús Me Ama Y Que El Espíritu Santo También Me Ama En La Oración.
Romanos 15:30
Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios.

Pablo Oró Para Que Lo Conozcan Al Espíritu Santo: “Oración de Intimidad, de Koinonía, de Comunión con El Espíritu Santo. Para que la gracia sea con todos Los Santos de La Iglesia.
Romanos 15:30
La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.
Donde Está El Espíritu Santo Hay Libertad:
“...No Es Con Espada Ni Con Ejercito Mas Con Su Santo Espíritu...”
Zacarías 4:6
El confiar en las fuerzas de uno mismo para enfrentar los problemas, retos y desafíos no es suficiente.
Sin El Poder Del Espíritu Santo El Cristiano Se Hunde En Su Fantasía De Ser Útil Para La Obra Evangelizadora Y De Liderazgo En La Iglesia. El Poder de Dios no está en él.

OREMOS PARA RECIBIR EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO QUE NOS LIBRE DE LAS ATADURAS HUMANAS QUE IMPIDEN MADURAR LA FE EN CRISTO JESÚS SEÑOR NUESTRO. AMÉN.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Amor Nacido De Corazón Limpio, Y De Buena Conciencia, Y De Fe No Fingida


"Conciencia, Fe, Y Amor"
Por Reimar A.C. Schultze

Nuestra fe sufre si nuestra conciencia no es pura.


"Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida, de las cuales cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería, " 1 Timoteo 1:5-6
Este verso habla de la relación entre la fe, el amor, y la conciencia. ¿Sabías que tu capacidad de amar en una forma divina que asemeja el amor del capítulo 13 de 1aCorintios depende del estado de tu conciencia? ¿Sabías que si tu conciencia no es pura tu corazón y tu fe también son impuros y tu amor es mundano? ¿Cuántos elementos de la vida cristiana dependen de la condición de nuestra conciencia? ¿Muchos o todos? ¿Qué puede hacer Dios con un cristiano que tiene conciencia clara? De cierto, la vida cristiana depende en si de la conciencia. Primeramente debemos hablar y tratar de entender lo que es la conciencia y como funciona.
La Naturaleza de la Conciencia
La conciencia es innata. Es una extensión de la mente de Dios en el alma del hombre. La conciencia humana nació del aliento de Dios: " Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente." (Génesis 2:7). Usando nuestra conciencia podemos pronunciar juicio moral sobre nosotros mismos igual que otras personas y circunstancias. Pablo es claro en Romanos 2:14-15 cuando dice: "Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para si mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos."
Podemos imaginar que nuestra conciencia es una persona que vive dentro de nosotros y analiza nuestros pensamientos, acciones, y actitudes. A veces aprueba de estos y otras veces nos hace sentir culpables. Recuerda los Fariseos que encontraron a la mujer adúltera, "Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio" (Juan 8:9). La "otra persona" que vivía en ellos les castigó y condenó por sus acciones y pensamientos pecaminosos.
Aunque es posible no estar de acuerdo con nuestra conciencia, no es posible apagarla de completo. Esto es resulta de la voz de Dios que opera por medio de la conciencia.
Observemos que no solamente en el Nuevo Testamento se habla de la conciencia. Hasta en las primeras partes del Antiguo Testamento Dios compara la conciencia con el corazón del hombre.
En 1 Samuel 24:5 dice: "Después de esto se turbó el corazón de David, porque había cortado la orilla del manto de Saúl."
La Formación de la Conciencia
En la infancia la conciencia permanece clara y limpia antes de la edad de responsabilidad. Nuestra conciencia pierde esta forma cuando es violada y no recibe la instrucción de la palabra de Dios. Cada vez que violamos nuestra conciencia pecamos y desensibilizamos nuestro discernimiento. Por esto la instrucción bíblica en la infancia es tan importante. "Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él" (Proverbios 22:6).
Nuestras convicciones dependen del estado de nuestra conciencia. Entre cristianos hay una variedad de convicciones contradictorias. El cristiano que ha violado frecuentemente su conciencia se deleita en las cosas de las cuales otros han sido convencidos. Debemos tener en cuenta las instrucciones de Pablo, "Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres" (Hechos 24:16).
Pensemos por un momento en los efectos de nuestras acciones sobre nuestra conciencia. ¿Cómo afectamos a nuestra conciencia cuando pasamos horas en frente de la televisora? ¿Qué tipo de ejemplo les damos a nuestros hijos cuando exhibimos actitudes o palabras desagradables? Si no les damos un buen ejemplo a nuestros hijos en su infancia, como podemos esperar que hagan buenas decisiones en su adolescencia.
La vida de Martín Lutero es un ejemplo excelente de una conciencia firme y poderosa. La instrucción y devoción a la palabra de Dios que Martín recibió en su niñez no falló ante el reproche de los líderes de la iglesia católica. La reformación nació de la conciencia de Martín. Las palabras de Martín ante sus acusadores fueron, "Mi conciencia es cautivo de la palabra de Dios. Ir en contra de mi conciencia sería incorrecto y peligroso. Dios ayúdame." Padres, compara tus hijos con Martín. ¿Tienen este tipo de dedicación?
La conciencia violada es la conciencia que no tiene amor ni temor a Dios. Cuando no poseemos estas virtudes somos como los inconversos. Fe es el medio por la cual encontramos a Cristo, pero si ignoramos nuestra conciencia nuestra fe será dañada. Aunque leamos la Biblia y asistamos a la iglesia, sin fe nuestras acciones son vacías.
La Relación entre Fe, Amor, y Conciencia
Cuando estuvo aquí en la tierra, Jesús hablo de la relación entre la fe y nuestra conciencia. Los apóstoles le dijeron a Jesús, "Auméntanos la fe" (Lucas 17:5). Jesús respondió, "Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería" (v. 6). La conciencia violada es capaz solamente de la fe mental y no la fe de corazón. Desafortunadamente solo la fe de corazón tiene el poder de mover la mano de Dios.
¿Cómo podemos crecer nuestra fe? Debemos empezar con nuestra conciencia. La fe verdadera solo viene de la conciencia pura. Muchas veces como cristianos cometemos el error de presentar nuestras peticiones al Señor sin tener fe que El las resolverá. Esta falta de fe es el resultado de una conciencia violada. Personajes bíblicos como Noé, José, y Daniel tuvieron fe inmensa y conciencia clara y los efectos fueron milagrosos.
La Limpieza de la Conciencia
"Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura" (Hebreos 10:22). La limpieza de nuestra conciencia ocurre solo por medio de la sangre de Jesús.
¿Qué me puede dar perdón? Solo de Jesús la sangre.
Y un nuevo corazón, solo de Jesús la sangre.
Fue el rescate eficaz, solo de Jesús la sangre.
Trajo santidad y paz, solo de Jesús la sangre.
Precioso es el raudal que limpia todo mal.
No hay otro manantial, solo de Jesús la sangre.
¿Qué me puede dar perdón?
Por Robert Lowry[1]
Cuando somos convertidos la sangre de Jesús limpia todos nuestros pecados y recibimos una nueva conciencia. Ezequiel habla de este proceso: "Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra" (Ezequiel 36:25-27).
¿Qué pasa si violamos nuestra conciencia después de haber recibido a Jesucristo? "Si confesamos nuestros pecados el es fiel y justo de perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1:9). Aun si caminamos con Dios fielmente necesitamos la ayuda constante de la sangre de Jesús. "Pero si andamos en luz, como El está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su hijo nos limpia de todo pecado" (v. 7).
Consideremos la relación entre la fe, el amor, y la conciencia. Sin una conciencia clara nuestra fe será débil y nuestro amor será amor humano e imperfecto. No pases por alto esta importante relación. Es el camino a la vida o la muerte.
"Manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos" (1 Timoteo 1:19).
Cuando nuestra conciencia es violada nuestra fe sufre.
[1] Robert Lowry (1826-1899) fue, ministro evangélico bautista, escritor y poeta; autor de himnos hermosos.

martes, 6 de noviembre de 2007

La hora de la crucifixión de Jesús


Crucifixión y muerte de Jesús
Mateo 27:45, 46,50
45 Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.
46 Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
50 Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu.


La hora de la crucifixión de Jesús


El evangelio de Mateo dice que hubo tinieblas sobre toda la tierra desde la hora sexta hasta la hora novena; la medida del tiempo, registrada en relojes solares de aquella época, estuvo perturbada por la oscuridad del día.
Algunos llaman contradicciones ocurridas entre el evangelio de Marcos y el de Juan en cuanto a la hora de la crucifixión de Jesús.

Marcos 15:25 declara: “Era la hora tercera cuando le crucificaron” mientras que Juan 19:14 dice: “Era la víspera de la pascua, y como la hora sexta. Entonces dijo a los judíos: ¡He aquí vuestro Rey!”
Esto aparentemente presenta una dificultad, que según Marcos, Jesús fue crucificado a la hora tercera; o sea, las nueve de la mañana según la hora judía, mientras que Juan presenta a Jesús delante de Pilato cerca de la hora sexta, o sea al mediodía.
Algunos dicen que es imposible reconciliar esta discrepancia, otros dicen que la discrepancia es un error de los primeros copistas. Ninguna de estas dos opiniones puede aceptarse. Juan declara que era “como la hora sexta”; eso significa el tiempo medido tentativamente. No podía haber certeza a causa de las tinieblas reinantes.
El relato de Marcos afirma que era la hora tercera, esa corresponde como las nueve de la mañana cuando Jesús fue puesto en la cruz. Esto se puede entender del modo en que el Nuevo Testamento calcula la hora.
La noche estaba dividida en cuatro vigilias, de tres horas cada una (vea
Marcos 13:35), y el día hasta cierto punto estaba también dividido en períodos. Según esto, podemos imaginar que la declaración de Marcos acerca de la “hora tercera” simplemente significa que Jesús fue crucificado en algún momento de la tercera hora (entre las nueve en punto y el mediodía), mientras que la declaración de Juan de que el juicio terminó como al mediodía, significa antes de esta hora.
Así pues, si la crucifixión tuvo lugar entre las nueve y el mediodía, Marcos pudo haberla puesto al principio del período (las nueve) y Juan al final del período (mediodía) sin que hubiera discrepancia.
“Si la crucifixión tuvo lugar en el punto medio entre las nueve y las doce, era muy natural que un observador la relacionara con la hora anterior, mientras que otro la relacionara con la ultima hora”.
“La altura del sol en el firmamento era la señal de la hora del día; mientras que era fácil saber si era antes o después del mediodía, o si él estaba más o menos a mitad de camino entre el cenit y el horizonte, las distinciones más precisas del tiempo no eran reconocidas sin consultar los relojes solares, que no siempre estaban disponibles” (The Expositor’s Grez New Testament, El Nuevo Testamento Griego del Expositor, comentario sobre Juan19:14).
Otra posibilidad es que Juan usara un método de calcular el tiempo diferente al de Marcos. Sabemos con seguridad, por Plutarco, Plinio, Aulo Gelio y Macrobio, que los romanos calculaban el día civil de medianoche a medianoche, así como lo hacemos hoy en día.
Así que la “hora sexta” de Juan serían las seis de la mañana. Por tanto, las seis de la mañana sería la hora del último juicio de Jesús, y de su sentencia, lo cual da bastante tiempo para los sucesos que terminaron en la crucifixión, que en Marcos fue a las nueve de la mañana, o después.
En Las Sagradas Escrituras se usan diferentes métodos para medir el tiempo y determinar las fechas.
En el Antiguo Testamento, se declaran a menudo las fechas importantes por el sistema de calendario del lugar de referencia. Por ejemplo, en
Jeremías 25:1 y 46:2, la hora sigue el método de Palestina, y en Daniel 1:1 el de Babilonia, en el mismo año.
Un ejemplo del Nuevo Testamento es
Juan 20:19. La noche del día cuando Jesús resucitó de entre los muertos es considerada parte del mismo día. Al parecer, Juan no cuenta según la hora judía. Según el sistema judío de medir el tiempo, aquella noche sería parte del lunes para los judíos; el primer día de la semana, pues el día judío comenzaba al ponerse el sol.
La palabra de Dios es fiel, y la hora exacta de la crucifixión de Jesús está oculta;Dice El Señor: Amos 8:9-10 Acontecerá en aquel día, dice Jehová el Señor, que haré que se ponga el sol a mediodía, y cubriré de tinieblas la tierra en el día claro. Y cambiaré vuestras fiestas en lloro, y todos vuestros cantares en lamentaciones; y haré poner cilicio sobre todo lomo, y que se rape toda cabeza; y la volveré como en llanto de unigénito, y su postrimería como día amargo.
El espíritu de error quiere encontrar inexactitudes en los textos de las Escrituras Sagradas. Sin embargo, “Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error” 1Juan 4:6. Concluyendo decimos que: La Biblia es inspirada por Dios y no contiene errores, 2Timoteo 3:16.

lunes, 5 de noviembre de 2007

¡La Cognoscibilidad De Dios!


¡La Cognoscibilidad De Dios!
¿Podemos conocer a Dios?El apóstol Pablo hace una sólida defensa que sólo el Espíritu de Dios conoce las cosas de Dios, pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente (1ª Corintios 2:11,14).Pablo afirma la completa incapacidad del hombre pecador, (hombre natural) para el conocimiento de Dios y el bien natural.El pecado perturba la razón del hombre común, y por eso no puede entender nada acerca de Dios, ni siquiera en sentido análogo.Entre Dios y el hombre natural hay un abismo que no permite que Dios pueda ser conocido por éste.Veamos más al detalle lo que dice Pablo en la misma cita de 1ª Corintios, versículos 7 y 10: “Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aún lo profundo de Dios”.Esa revelación de la sabiduría de Dios por el Espíritu de Dios nos abre el entendimiento a la razón divina para nuestra gloria.La sabiduría divina sólo es obtenida por quien es hecho hijo de Dios; es decir, por el que ha recibido a CRISTO JESÚS como Salvador y Señor de su vida y anda en armonía y obediencia con Él. O sea, por el cristiano maduro, cuya fe esté fundada en el poder de Dios y no en humana sabiduría. (Versículos 5 y 6).Pablo nos enseña: La imposibilidad de conocer a Dios con el entendimiento natural del hombre. La incapacidad de adquirir revelación Divina por la razón humana.Solamente se llega al conocimiento de Dios usando la llave de oro que es CRISTO JESÚS y para ese propósito debemos rendirnos a sus pies con humildad mansedumbre, obediencia, fe y santidad; virtudes que solamente las podemos conseguir por gracia.Nuestra constante reflexión debe ser la enseñada por Jesús en Juan 15:5 que dice: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”.Entendamos con más propiedad, ¿que es esa razón revelada por Dios en el cristiano?Es literalmente lo que supera o está por encima de la razón común del cual se vale el hombre natural y por no tenerla a su disposición tampoco entiende que exista algo superior a su razón; es decir aprecia que por encima de esa razón humana que usa no hay más que la nada absoluta.Dios es infinito y la razón humana en el hombre común es finita; es decir, Dios, debido a la plenitud y potencia de su Ser está por encima de la fuerza comprensiva de una razón finita, en su modo finito de ser. Por tanto, el hombre natural no puede llegar a conocer a Dios, por más esfuerzos que haga, v.gr. el racionalismo teológico que lo juzga todo, incluso la fe y la revelación con arreglo a la medida de la razón puramente humana, no admitiendo nada que rebase sus fronteras (Misterios), y dejando sólo una religión, es decir, en su intento de llegar a Dios por medio del culto; o el racionalismo filosófico, ético, y cualquier otro conocimiento místico de razón y prácticas humanas, sin que esté presente la fe en Cristo Jesús que es el único camino que abre la comunión y el conocimiento de Dios.¿Puede la razón humana alcanzar por sí sola un conocimiento cierto de Dios?Las distintas corrientes del pensamiento humano buscan conocer a Dios y crean su propia teología.El racionalismo y semi-racionalismo sustenta su capacidad cognoscitiva en la sabiduría del hombre natural; a ésta Lutero la llamó “teología racional”, o también, “teología natural”.La teología natural es aquella parte de la metafísica que investiga el ente en su causa última, la cual se encuentra más allá de toda experiencia; objeto de la misma es Dios: su existencia, esencia y operación. La posibilidad de la teología natural como ciencia descansa en que podemos conocer con certeza la existencia de Dios, formular enunciados conceptuales acerca de Él y juzgar el valor de verdad que poseen.Es obvio para toda persona razonable que la ciencia que versa sobre Dios no procura los conocimientos en el mismo sentido que si versara sobre objetos de la experiencia.Los asertos conceptuales acerca de Dios no nos dan un conocimiento enteramente adecuado de su esencia, sino sólo analógico. Dos axiomas gobiernan el juicio de la teología natural: lo que conviene al ente en cuanto tal, conviene también a Dios aunque a su modo (teología afirmativa), y lo que conviene al ente contingente en cuanto contingente, hay que negarlo necesariamente de Dios, (teología negativa).La razón humana tiene su base en la naturaleza del alma considerada como ser espiritual, y por eso está a la vez reducida a las condiciones particulares del espíritu del hombre.La naturaleza del alma explica Pablo en Romanos 7:18 está contaminada por el pecado; dice: “Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo”.Lutero comentando el Salmo Miserere (Salmo 51) dice: “Por eso es muy sabio saber que no somos nada sino pecado, para que no pensemos levemente del pecado como lo hacen los teólogos del Papa, que lo definen como «cualquier cosa que se dice, hace o piensa contra la ley de Dios»”.David define el pecado en base al Salmo 51:5 como cualquier cosa que nace de padre y madre, antes que el hombre tenga edad para decir, hacer o pensar algo.La afirmación de los escolásticos como Santo Tomás de Aquino que defienden la filosofía cristiana de la razón, de que los poderes naturales «están inalterados» es una blasfemia horrible, aunque es aún peor cuando dicen lo mismo de los demonios.Si los poderes naturales están inalterados, ¿qué necesidad hay de Cristo?Si por naturaleza el hombre tiene una buena voluntad; si tiene su razón recta al cual, como dicen, la voluntad puede conformarse por naturaleza; entonces, ¿qué es lo que se perdió en el paraíso con el pecado y qué tenía que ser restaurado sólo por medio del Hijo de Dios?Hoy, sin embargo, los hombres que aparentan ser maestros de teología defienden la tesis de que están inalterados los poderes naturales, o sea, que la voluntad es buena, Aunque la malicia de vez en cuando quiere y piensa algo que no es recto y bueno, atribuyen eso a la malicia de los hombres, no a la voluntad así como es en sí misma.Continúa Lutero: La mente tiene que ser fortificada contra esas opiniones peligrosas, para que no se oscurezca el “conocimiento de la gracia”; este no puede quedarse sano y recto si creemos así acerca de la naturaleza del hombre.Se dice que los poderes naturales en el hombre natural están en extremo corruptos.Lutero explica: Cuando Adán fue creado, poseía una voluntad y entendimiento correctos. Podía oír y ver perfectamente y cuidó por completo las cosas terrenales, con alabanza a Dios y fe en Él. Por medio de la caída su voluntad, su razón y todos sus poderes naturales se corrompieron de tal manera que el hombre ya no estaba íntegro, sino que el pecado lo desvió, perdió su juicio correcto ante Dios y pensó todo perversamente contrario a la voluntad y ley de Dios. Ya no tenía un entendimiento adecuado de Dios, ni amor hacia Él, sino que huyó de Él y lo odiaba suponiendo que no era Dios, es decir, misericordioso y bueno, sino un juez tirano.Pablo hablando sobre la culpabilidad del hombre caído dice en Romanos 1:21 “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido”; y en Efesios 4:18 denuncia la vanidad de la mente de los hombres, que teniendo el entendimiento entenebrecido, ajeno de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón.La Biblia nos enseña en 1ª Juan 5:20 que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo.Este es el verdadero Dios, y la vida eterna. Este es el conocimiento teológico doble que se debe comprender; del hombre y también el de Dios: El hombre debe conocerse a sí mismo, debe saber, sentir y experimentar que es culpable del pecado y que está sujeto a la muerte; pero debe también conocer lo opuesto, que Dios es el que justifica y redime al hombre que se conoce de esta manera.Lutero concluye con su célebre sentencia: “La materia propia de la teología es el hombre culpable y condenado, y Dios, el que justifica y salva al hombre pecador. Todo lo que se pregunte o se discuta en la teología fuera de este asunto es error y veneno”.Lutero afirma como se ve, la completa incapacidad del hombre caído para el conocimiento de Dios y el bien natural. La razón no puede decir nada acerca de Dios ni siquiera en sentido análogo.Distinta es la teología sobrenatural o revelada que proviene de Dios como Salvador; es decir de Cristo Jesús. El objeto de la teología sobrenatural es Dios no tanto como Autor de la naturaleza, sino principalmente como Salvador, su voluntad de salvación y su institución de salvación por medio de la gracia. En esa virtud, Dios le habla al hombre en la revelación, la cual debe justificarse por sí misma.No es posible probar el hecho de la revelación con la razón; pues, como dice Pablo, que nuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, (discernimiento racional), sino en el poder de Dios. (1ª Corintios 2:5). Y este evangelio de Salvación no se aprende de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo, (Gálatas 1:12,12).El conocimiento cierto de Dios llega sólo al creyente que habiendo creído en Cristo Jesús, ha sido sellados con el Espíritu Santo de la promesa, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, nos dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Dios. (Efesios 1:13, 14,17).Ser creado para la teología revelada por tanto, es sinónimo de pecado y alejamiento de Dios, como lo declara también Lutero, mientras para la concepción escolástica propuesta por Roma el hombre natural no está contaminado con el pecado, es ontológicamente bueno, y Dios lo reconoce también como valioso, y de este modo mantiene la facultad del conocimiento cierto de Dios como de la acción moral conforme a su naturaleza.La Iglesia de Roma nunca podrá admitir los principios espirituales para conocer a Dios que están sustentadas en la Palabra de Dios, expresadas en: El amor de Dios (Juan 3:16). El plan de Dios (Juan 10:10); que el hombre es pecador (Romanos 3:23); que el hombre está separado de Dios (Romanos 6:23); que Cristo murió por nosotros (Romanos 5:8); que Cristo resucitó de entre los muertos (1ª Corintios 15:3-6); que Cristo Jesús es el único camino a Dios (Juan 14:6); que debemos recibir a Cristo para ser hechos hijos de Dios (Juan 1:12); que recibimos a Cristo mediante la fe (Efesios 2:8,9); al recibir a Cristo experimentamos un nuevo nacimiento (Juan 3:1-8).Podemos conocer a Dios solamente por la fe:“Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto aún habla por ella...Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”. Hebreos 11:4,6.

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