Archivo del blog

viernes, 29 de junio de 2012

La Santidad De Los Pobres En Espíritu


LOS POBRES EN ESPÍRITU
LOS ELEGIDOS POR DIOS PARA SU GLORIA



El Sermón Del Monte:
LAS BIENAVENTURANZAS

Introducción

Las nueve declaraciones que Jesús enseña en el Sermón del Monte muestran el carácter, la cualidad, y las circunstancias propias de aquellos que gozan de Dios en el cielo, y son felices, por virtud del nuevo pacto ([1]) del camino de Salvación que es Jesús. 

Estas bienaventuranzas se hallan en marcado contraste con la administración de la Ley, del antiguo pacto, ([2]) en la que hay una lista de maldiciones además de bendiciones, cuando fueron leídas las bienaventuranzas al pueblo de Israel al entrar en la tierra prometida. Josué 8:33-35

El propósito del discurso de nuestro Salvador, es describir a los que son salvos, la cualidad de los hombres de fe, que a pesar de las circunstancias recibirán la predestinación, no afrentando al Espíritu de gracia. ([3])

La Primera Bienaventuranza: 

“Bienaventurados
Los Pobres En Espíritu,
Porque De Ellos
Es El Reino De Los Cielos.”

Esta declaración es muy importante: Señala la posesión del reino de Dios por virtud de la pobreza espiritual.
No es la riqueza espiritual, que más bien es un demérito, que anula la heredad.

¿Qué significa ser pobre en espíritu?

La palabra suena como si describiese ser el dueño de nada, y sin embargo, representa al heredero del reino de Dios. ¡Feliz pobreza!

Este dominio concedido por la bienaventuranza a los pobres en espíritu no es común, no pertenece a todos. Es un privilegio.

El mundo incrédulo puede considerar a los pobres en espíritu como seres despreciables, pero Dios los registra entre Sus compañeros y príncipes que poseen la fortuna Divina. ¡Marcada diferencia!

A los pobres en espíritu les corresponde toda la seguridad, el honor y la felicidad que el reino evangélico da aquí en la tierra. 

Es el primer peldaño de una escalera para entrar en el reino de Dios, y éste está en la tierra, se ubica cerca del suelo, así los más débiles y pobres de espíritu tendrán acceso fácil hacia su pertenencia, El Reino De Los Cielos.


Lo máximo que la ley del antiguo pacto pudo hacer por nuestra humanidad caída fue mostrarnos nuestra pobreza espiritual, y convencernos de ella. 

Es importante mirar la ley divina y convencernos de haberla transgredido muchas veces, sentir angustia por eso, y declarar a Dios nuestra pobreza espiritual. 
Es un salto cualitativo para emprender el camino de salvación.

El mayor servicio de La Ley es despojarle al hombre de aquella justicia propia, su imaginaria riqueza espiritual, el yo de autosuficiencia para corregir sus faltas, mostrarle la abrumadora deuda con Dios, y buscar el perdón Divino lleno de desconfianza en sí mismo, convencido de su pobreza espiritual. 

Un impulso exclusivo al bien Divino.

Jesús, llega hasta el extremo de la desesperación del hombre, rescata al perdido y enriquece al pobre.

"¡Cuán pobres son aquellos que se consideran ricos! 

¡Cuán ricos son aquellos que se ven pobres!

Verse pobre es la bienaventuranza. 
Esa pobreza del alma de la que el propio Señor expresa semejante cosa buena, poseer El Reino Suyo. 

Jesús le da mucha mayor importancia a lo que el mundo tiene en poca estima, pues Su criterio es lo opuesto al necio juicio de los altivos.

Ningún hombre se vuelve manso hacia otros, mientras no tenga una opinión humilde de sí mismo. En esa virtud, está preparado para llevar el yugo del Señor, 

Llevad Mi Yugo Sobre Vosotros, Y Aprended De Mí, Que Soy Manso Y Humilde De Corazón; Y Hallaréis Descanso Para Vuestras Almas; Porque Mi Yugo Es Fácil, Y Ligera Mi Carga.


Le es fácil y ligera la carga, y no siente ningún deseo de ser liberado de ella

Dar a Dios toda La Gloria no le es dificultoso para él, olvidarse de su yo, de su ego, no es un mandamiento difícil de cumplir. El lugar de la humildad le viene bien, cuenta como un honor el servicio de la humillación; puede decir con el Salmista: 

En Verdad Que Me He Comportado Y He Acallado
Mi Alma Como Un Niño Destetado De Su Madre;
Como Un Niño Destetado Está Mi Alma.


El orgullo ciega los ojos, y la humildad sincera debe abrirlos, pues, de otra manera, las bienaventuranzas de Jesús estarían ocultas de nosotros para siempre.

La puerta estrecha no es lo suficientemente ancha para permitir la entrada del hombre que es grande en su propia opinión; es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un hombre engreído por sus propias riquezas espirituales entre en el reino del cielo.

Más Fácil Es Pasar Un Camello Por El Ojo De Una Aguja, Que Entrar Un Rico En El Reino De Dios.


Los orgullosos son maldecidos. Su orgullo es suficiente para acarrearles la maldición, y los deja fuera de la mirada divina: 
"Al altivo mira de lejos". 
Los pobres en espíritu son bienaventurados. 
Jehová tiene una tierna mirada para ellos y para sus oraciones.

Porque Jehová Es Excelso, Y Atiende Al Humilde, Mas Al Altivo Mira De Lejos.


El primer punto de contacto entre mi alma y Dios no es lo que tengo, sino lo que no tengo

Los buenos pueden traer su virtud, pero Jesús declara que "No hay justo, ni aun uno"; los religiosos pueden ofrecer sus ceremonias, pero Él no se deleita en todos sus sacrificios; los sabios pueden presentar sus invenciones, mas Él considera que su sabiduría es insensatez. 

Pero cuando los pobres en espíritu vienen a Él en su completa indigencia y desgracia, los acepta de inmediato; Sí, Él inclina los cielos para bendecirles, y abre las provisiones del pacto para satisfacerlos. 

El ojo del favor del Señor descansa únicamente en los corazones quebrantados y en los espíritus que se humillan delante de Él.

Como Está Escrito: No Hay Justo, Ni Aun Uno;


Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos. 

Claman Los Justos, 
Y Jehová Oye, 
Y Los Libra 
De Todas Sus Angustias.

Los Sacrificios De Dios Son El Espíritu Quebrantado; Al Corazón Contrito Y Humillado No Despreciarás Tú, Oh Dios.
Es encomiable que esta primera Bienaventuranza sea dada más bien a la ausencia que a la presencia de cualidades dignas de alabanza  

Es una bienaventuranza que no es para el hombre que es distinguido por esta virtud, o notable por aquella excelencia, sino para aquel cuya característica principal sea que confiesa sus propias tristes deficiencias.

Esto es dar esperanza para que la gracia sea vista más manifiestamente, poniendo su mirada primero, no en la pureza, sino en la pobreza; no sobre los que muestran misericordia, sino sobre los que necesitan misericordia; no en aquellos que son llamados hijos de Dios, sino en aquellos que claman: "no somos dignos de ser llamados Tus hijos.

Tendrá Misericordia Del Pobre Y Del Menesteroso, Y Salvará La Vida De Los Pobres.


Y El Hijo Le Dijo: Padre, He Pecado Contra El Cielo Y Contra Ti, Y Ya No Soy Digno De Ser Llamado Tu Hijo.


“Dios no necesita nada de nosotros excepto nuestras necesidades, y estas le dan espacio para mostrar Su Generosidad al suplirlas libremente". 

Es por causa del peor lado del hombre caído y no de su mejor lado que el Señor Recibe Gloria Para Sí.

"Desnudo, y pobre, y miserable" es un resumen preciso de la condición natural del hombre  

Porque Tú Dices: Yo Soy Rico, Y Me He Enriquecido, Y De Ninguna Cosa Tengo Necesidad; Y No Sabes Que Tú Eres Un Desventurado, Miserable, Pobre, Ciego Y Desnudo. Apocalipsis 3:17

Nuestra condición de pobreza tiene este aguijón: que es moral y espiritual, y nos sumerge en la reprobación y el pecado.

A menudo, el pobre esconde su rostro como alguien que está grandemente avergonzado. 

Pero nosotros tenemos una causa mucho mayor para avergonzarnos, pues hemos vivido disolutamente, hemos gastado la riqueza de nuestro Padre, y nos hemos sumido en la penuria y en la deshonra.

El que es pobre en espíritu es por tanto un hombre humillado, y va en camino a ser contado entre aquellos que lloran, de quienes la segunda bienaventuranza dice que "recibirán consolación."

La condición de pobreza en espíritu nos es verdaderamente conocida, porque nos ha sido revelada espiritualmente.

Podemos afirmar de cada uno que conozca la pobreza de su alma, a semejanza de Pedro decir a Jesús, 

"Bienaventurado Eres, Porque No Te Lo Reveló Carne Ni Sangre, Sino Mi Padre Que Está En Los Cielos”.

Conocer nuestra pobreza espiritual, es un privilegio concedido de manera especial a los llamados y escogidos.

Entonces Le Respondió Jesús: Bienaventurado Eres, Simón, Hijo De Jonás, Porque No Te Lo Reveló Carne Ni Sangre, Sino Mi Padre Que Está En Los Cielos.


Es la jactancia universal de los ciegos del mundo, lejos de darse cuenta de que son menesterosos, los hijos de los hombres están tan ricamente dotados en su propia opinión, que dan gracias a Dios porque no son como los otros hombres. 

Ninguna esclavitud es tan degradante como la que induce a un hombre a estar contento con su servidumbre; la pobreza que no tiene aspiraciones, sino que se contenta con permanecer en sus harapos e inmundicia, es una pobreza del tinte más negro, y esa es la condición de la humanidad. 

El Fariseo, Puesto En Pie, Oraba Consigo Mismo De Esta Manera:
Dios, Te Doy Gracias Porque No Soy Como Los Otros Hombres, Ladrones, Injustos, Adúlteros, Ni Aun Como Este Publicano;


La pregunta que debe ser contestada:  
 
¿Qué dices a esto, querido amigo? 

¿Eres espiritual? 

Al menos, ¿calificas para ser pobre en espíritu? 

¿Existe para ti un dominio espiritual, o estás encerrado en la estrecha región de las cosas que se ven y se oyen? 

Si el Espíritu Santo ha abierto una puerta para ti a lo espiritual e invisible, entonces eres bienaventurado, aunque tu única percepción sea todavía el doloroso descubrimiento que eres pobre en espíritu. 

Jesús te bendice desde la cima del monte, y eres bienaventurado. 

Mi Testimonio:
 
…Haciendo uso de la riqueza en espíritu como norte, yo caminé un buen tiempo de mi existencia, - a pesar de conocer las Sagradas Escrituras que mi madre solía enseñarme desde mi niñez, - adulto que fui, recorrí la vida alejado de Dios, tracé mi propio rumbo alejado de Él y muchas veces perdí diamantes al elegir piedras, por arrogante, y autosuficiente,... que equivocado estaba... 

Ahora se que la humildad y mansedumbre es el yugo que Jesús, Mi Señor, me ha impuesto y lo he tomado voluntariamente con mucho regocijo; ya no puedo elegir libremente nada, por mi mismo, Jesús elige por mí, y todo lo que hace mi Señor es bueno y justo. Su voluntad prioriza mi vida…Amén.

Junio 30 del 2012




([1]) Nuevo Pacto:

31 He Aquí Que Vienen Días, Dice Jehová, En Los Cuales Haré Nuevo Pacto Con La Casa De Israel Y Con La Casa De Judá.
32 No Como El Pacto Que Hice Con Sus Padres El Día Que Tomé Su Mano Para Sacarlos De La Tierra De Egipto; Porque Ellos Invalidaron Mi Pacto, Aunque Fui Yo Un Marido Para Ellos, Dice Jehová.
33 Pero Este Es El Pacto Que Haré Con La Casa De Israel Después De Aquellos Días, Dice Jehová: Daré Mi Ley En Su Mente, Y La Escribiré En Su Corazón; Y Yo Seré A Ellos Por Dios, Y Ellos Me Serán Por Pueblo.
34 Y No Enseñará Más Ninguno A Su Prójimo, Ni Ninguno A Su Hermano, Diciendo: Conoce A Jehová; Porque Todos Me Conocerán, Desde El Más Pequeño De Ellos Hasta El Más Grande, Dice Jehová; Porque Perdonaré La Maldad De Ellos, Y No Me Acordaré Más De Su Pecado.

16 Este Es El Pacto Que Haré Con Ellos Después De Aquellos Días, Dice El Señor:
Pondré Mis Leyes En Sus Corazones, Y En Sus Mentes Las Escribiré, 
17 Añade: Y Nunca Más Me Acordaré De Sus Pecados Y Transgresiones.

Porque Esto Es Mi Sangre Del Nuevo Pacto, Que Por Muchos Es Derramada Para Remisión De Los Pecados.


Al Decir: Nuevo Pacto, Ha Dado Por Viejo Al Primero; Y Lo Que Se Da Por Viejo Y Se Envejece, Está Próximo A Desaparecer.


([2]) Pacto Antiguo:

Y Moisés Tomó La Mitad De La Sangre, Y La Puso En Tazones, Y Esparció La Otra Mitad De La Sangre Sobre El Altar.
Y Tomó El Libro Del Pacto Y Lo Leyó A Oídos Del Pueblo, El Cual Dijo: Haremos Todas Las Cosas Que Jehová Ha Dicho, Y Obedeceremos.
Entonces Moisés Tomó La Sangre Y Roció Sobre El Pueblo, Y Dijo: He Aquí La Sangre Del Pacto Que Jehová Ha Hecho Con Vosotros Sobre Todas Estas Cosas.  

19 Porque Habiendo Anunciado Moisés Todos Los Mandamientos De La Ley A Todo El Pueblo, Tomó La Sangre De Los Becerros Y De Los Machos Cabríos, Con Agua, Lana Escarlata E Hisopo, Y Roció El Mismo Libro Y También A Todo El Pueblo, 20 Diciendo: Esta Es La Sangre Del Pacto Que Dios Os Ha Mandado.

¿Cuánto Mayor Castigo Pensáis Que Merecerá El Que Pisoteare Al Hijo De Dios, Y Tuviere Por Inmunda La Sangre Del Pacto En La Cual Fue Santificado, E Hiciere Afrenta Al Espíritu De Gracia?

Datos personales