LA
REDENCIÓN
Jeremías 31:33
Y
el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran
pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno,
Hebreos
13:20
Todos los tratos de Dios para con los hombres han tenido el carácter de
un pacto. A Dios le ha complacido disponer las cosas de tal manera que todos
Sus tratos con nosotros son exclusivamente a través de un pacto divino y nosotros sólo le debemos obediencia. El
hombre no tiene autoridad para convocar un pacto con Dios.
Adán, en el huerto, estaba sujeto a un pacto con
Dios.
16 Y mandó Jehová Dios al
hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;
17 mas del árbol de la
ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres,
ciertamente morirás. Génesis 2:16-17
La Desobediencia del
hombre: Adán rápidamente invalidó ese pacto.
Y vio la mujer que el árbol era
bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para
alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido,
el cual comió así como ella. Génesis
3:6
El pacto de
obras no era eterno en ningún sentido; se realizó por primera vez en el huerto
de Edén: tuvo un comienzo. Fue quebrantado. Será violado continuamente y pronto
acabará y pasará; por tanto, no es eterno en ningún sentido. Empero, este pacto
está vigente para todos aquellos que creen que por sus obras serán justificados
y hallarán gracia a los ojos de Dios. El hombre invalidó su parte del pacto, y,
en consecuencia, Dios cumplirá invariablemente las solemnes amenazas y las
sanciones contenidas en él. Conforme a ese pacto trató con Moisés, y conforme a
él trata con toda la raza humana representada por el primer Adán. Cuando venga
en todos Sus terrores para condenar, herirá por pacto, es decir, por la espada
del pacto del Sinaí.
Y si viene en los esplendores de Su gracia para salvar, viene todavía a nosotros por un pacto,
es decir, por El Pacto De Sion: El Pacto
Que Realizó Con El Señor Jesucristo, Cabeza Y Representante De Su Pueblo.
El pacto de gracia fue realizado antes de la fundación mundo entre Dios
el Padre y Dios el Hijo; o para expresarlo a una luz toda vía más bíblica, fue
realizado entre las tres divinas Personas de la adorable Trinidad.
Este pacto no fue realizado directamente entre Dios y el hombre. El
hombre no existía en aquel tiempo, pero Cristo participó en el pacto como el
representante del hombre. En ese sentido concederemos que fue un pacto entre
Dios y el hombre, pero no fue un pacto entre Dios y cada ser humano en su
carácter personal e individual. Fue un pacto entre Dios y Cristo, y a través de
Cristo, indirectamente, con toda la simiente comprada con sangre y amada por Cristo desde antes la fundación del
mundo. Es un pensamiento noble y glorioso. Antes de que el lucero de la mañana
conociera su lugar, antes de que Dios con Su palabra creara la existencia a
partir de la nada, antes de que el ala del ángel agitara las ignotas capas
celestiales, antes de que un solitario cántico turbara la solemnidad del
silencio en el que Dios reinaba supremo, Él ya había entrado en solemne consejo
consigo mismo, con Su Hijo y con Su Espíritu, y en ese consejo había decretado,
determinado, propuesto y predestinado la salvación de Su pueblo. Además, en el
pacto ya había arreglado las maneras y los medios y había fijado y establecido
todo lo que debía colaborar conjuntamente para que se cumplieran el propósito y
el decreto. Ese divino pacto que había de permanecer oculto en la oscuridad.
Este es el pacto que en estos últimos días ha sido leído a la luz del cielo, y
se ha convertido en el gozo, en la esperanza y en el motivo de gloria de todos
los santos.
El Pacto Eterno:
Pactó de Redención
Dios el Padre y el Hijo hicieron este acuerdo con relación a los elegidos. Aquellos llamados a
salvación por Dios.
Ocurrió este llamado
antes de la fundación del mundo,
4 según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que
fuésemos santos y sin mancha delante de Él, (Efesios 1:4)
La elección es
voluntad de Dios y no del hombre, Ro 8:29-39; 9:6-23. Y su voluntad es soberana, libre e
independiente. Romanos 9:11-16
El Pacto Eterno fue hecho antes que el universo fuese creado.
Consistió en la promesa del Padre de traer al Hijo aquellos que el Padre le
había dado a Él (Juan 6:39; 17:2, 9,
24), enviar al Hijo a ser el representante de Su pueblo (Juan 3:16; Ro
5:18-19), preparar un cuerpo para el Hijo (Colosenses 2:9;
Hebreos 10:5), y darle al Hijo toda potestad en el cielo y
en la tierra (Mateo 28:18).
El Hijo se encarnaría
en un hombre (Colosenses 2:9; 1 Timoteo 2:5), sería por poco tiempo, algo menor
que los ángeles (Hebreos 2:7) y nacería bajo la Ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que
recibiésemos la adopción de hijos. (Gálatas 4:4-5). El Hijo moriría por los pecados
del mundo (1 Juan 2:2; 1 Pedro 2:24) y el Padre lo resucitaría de entre
los muertos (Salmos 2).
El
Espíritu Santo le daría poder a Jesús para cumplir la voluntad del Padre y el
ministerio en la tierra (Mateo
3:16; Lucas 4:1, 18; Juan 3:34) y para aplicar la obra
redentora de Cristo a los cristianos (Juan
14:16-17, 26; Hechos 1:8; 2:17-18).
La motivación del pacto:
Dios había visto de antemano que el hombre, después de la creación, invalidaría
el pacto de obras; que por leve y benigna que fuera la condición bajo la cual
Adán habría de poseer el Paraíso, esa condición sería demasiado ardua para él y
daría coces contra ella, yendo a la ruina con toda certeza.
También Dios había visto de antemano que Sus elegidos, a quienes había
escogido de entre toda la humanidad, caerían por el pecado de Adán, puesto que
ellos, al igual que el resto de la humanidad, estaban representados en Adán.
Por tanto el pacto tenía como propósito la restauración del pueblo elegido. Y ahora
podemos entender fácilmente cuáles eran las estipulaciones.
El pacto ha sido perfectamente cumplido de un lado. Dios el Hijo pagó
las deudas de todos los elegidos. Él sufrió toda la ira divina por nosotros,
por nuestra redención. No queda nada pendiente de esa parte del pacto, excepto
que Él continuará intercediendo para llevar a la gloria con seguridad a todos
los redimidos.
Del lado del Padre esta parte del pacto ha sido cumplida para incontables
miríadas. Dios el Padre y Dios el Espíritu no se han rezagado en Su divino
compromiso. Y fíjense bien que ese lado ha sido concluido y ha sido llevado a
cabo tan plena y tan completamente como el otro. Cristo puede decir acerca de
lo que prometió hacer: “Consumado es” y lo mismo dirán todos los gloriosos
pactantes. Todos aquellos por quienes Cristo murió serán perdonados, todos
serán justificados, todos serán adoptados. El Espíritu los vivificará a todos, a
todos les dará fe, a todos los llevará al cielo, y cada uno de ellos será acepto
en el amado, sin obstáculos, en el día cuando el pueblo sea contado y Jesús
será glorificado.
El nuevo pacto
solución máxima para la rebelión humana.
Jeremías 31:33, "Pero este es el pacto que haré con la casa
de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la
escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por
pueblo".
El nuevo pacto entra
en acción por medio de la muerte de Cristo.
Lucas 22:20, "De igual manera, después que hubo cenado,
tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por
vosotros se derrama".
El nuevo pacto
significa que podemos ir directamente a Dios a través de Cristo.
Hebreos 7:22, "Por tanto, Jesús es hecho fiador de un
mejor pacto".
Hay perdón de los
pecados únicamente a través del nuevo pacto.
Hebreos 9:14-15, "¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual
mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará
vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? Así que,
por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la
remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados
reciban la promesa de la herencia eterna".
En el primer pacto
¿qué prometió hacer el pueblo?
Éxodo 24:3, "Y Moisés vino y contó al pueblo todas las
palabras de Jehová, y todas las leyes; y todo el pueblo respondió a una voz, y
dijo: Haremos todas las palabras que Jehová ha dicho".
En el nuevo pacto
¿qué promete hacer Dios?
Hebreos 8:10, "Por lo cual, este es el pacto que haré con
la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en
la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y
ellos me serán a mí por pueblo".
El Carácter Eterno del Pacto de Gracia:
Es más antiguo que el pacto de obras. El pacto de obras tuvo un inicio,
pero el Pacto De Gracia no lo tuvo. Bendito
sea Dios porque el pacto de obras tiene su fin, pero el Pacto De Gracia permanecerá siendo firme cuando el
cielo y la tierra pasen. La antigüedad del pacto de gracia exige nuestra
agradecida atención. Es un pacto seguro, e inmutable, y por
tanto, merece el título de eterno.
Todo lo que Dios ha determinado sucederá y ni una sola palabra o línea o
letra podrían ser alteradas. Lo que el Espíritu promete se hará, y todo lo que
Dios el Hijo prometió ha sido cumplido y será consumado en el día de Su venida.
Algunos predicadores acostumbran decir que cuando el cristiano es santo, está en el
pacto, pero que cuando peca, es eliminado de nuevo; cuando se arrepiente, es
registrado otra vez, y si luego cae, entonces es borrado de nuevo; y así entra
y sale por la puerta, como si saliera de su casa o entrara en ella. Entra por una puerta y sale por otra. Algunas
veces es un hijo de Dios y algunas veces es hijo del demonio; algunas veces es
un heredero del cielo, y repentinamente es un heredero del infierno. Ellos desechan la gracia de Dios; pues si por
la ley y las obras fuese la justicia, entonces por demás murió
Cristo. ( Gálatas 2:21).
Dios no está a merced del
libre albedrío de sus hijos, un Dios que da una promesa y que sin embargo sabe
de antemano que después de todo el hombre no verá cumplida la promesa; un Dios
que perdona y castiga—que justifica y que posteriormente ejecuta. Un Dios que
ama hoy y odia mañana no es el Dios verdadero de las Escrituras; El Dios
creador de todas las cosas, y que ha creado al hombre es justo, inmutable,
santo y veraz y habiendo amado a los Suyos, los amará hasta el fin, y si Él ha
dado una promesa a alguien, la promesa será guardada, y el hombre que está una
vez en la gracia, está en la gracia para siempre, e invariablemente entrará en
la gloria.
Los herederos de la gracia seremos benditos para siempre,’ y en tanto
que “para siempre” dure, este pacto eterno demandará la felicidad, la seguridad
y la glorificación de cada una de las personas que hubieren sido contempladas
en él.
Porque nosotros también éramos en otro
tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y
deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y
aborreciéndonos unos a otros.
4 Pero cuando se manifestó
la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres,
5 nos salvó, no por obras de
justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el
lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
6 el cual derramó en
nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,
7 para que justificados por
su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la Vida Eterna.
Tito 3:3-7
Jesús anuncia la Sangre del Pacto
Eterno:
Porque
esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada
para remisión de los pecados.
Mateo
26:28
Su sangre preciosa derramada en Getsemaní, en Gabata y el Gólgota, es el
cumplimiento del pacto.
El pecado es quitado por medio de esta sangre; por las agonías de Jesús
la justicia es satisfecha, por Su muerte la ley es honrada; y por esa sangre
preciosa, en toda su eficacia mediadora y en todo su poder purificador, Cristo
cumple todo lo que estipuló con Dios que haría en favor de Su pueblo.
No hay nada que el hombre deba hacer; Jesús lo ha hecho todo; no hay
nada que el libre albedrío deba suplir; Cristo ha hecho todo lo que Dios
exigía. La sangre es el cumplimiento de la parte correspondiente al deudor del
pacto, y ahora Dios está obligado, por Su propio juramento solemne, a mostrar
gracia y misericordia a todos los que Cristo ha redimido por Su sangre.
Dice el pacto:
“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros”
Os
daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro
de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré
un corazón de carne. Ezequiel
36:26
Esta promesa se ha
cumplido; Jesús murió y su muerte es el sello del pacto.
Dice también:
“Esparciré
sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias” Ezequiel 36:25
La Sangre De Jesucristo Es Fianza Del Pacto. Dice Él:
La sangre es el símbolo, la señal, la garantía, la fianza y el sello del
pacto de la gracia para todos nosotros que descansamos en la gracia divina del
Pacto
¿Tiene usted la esperanza de estar en el pacto? ¿Ha puesto su confianza
en la sangre? Aun que, tal vez, imagine Usted que el Evangelio es exclusivo,
recuerde que el Evangelio se predica libremente a todos. El decreto es
limitado, pero las buenas nuevas son tan amplias como el mundo. El buen anuncio
y las buenas nuevas son tan amplios como el universo. El secreto de Dios, que
es tratar con la aplicación de Pacto, está restringido a los elegidos de Dios,
mas no el mensaje, pues este ha de ser proclamado a todas las naciones. Usted
ha oído el Evangelio en repetidas ocasiones en su vida. Dice así: “Palabra fiel
y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a
los pecadores.” 1 Timoteo 1:15 ¿Cree eso? Y he aquí nuestra esperanza, que es algo
semejante a esto:
“yo soy un pecador. Yo confío que Cristo murió por mí; yo pongo mi
confianza en el mérito de Su sangre, y ya sea que me hunda o que nade, no tengo
ninguna otra esperanza excepto ésta”—
Entonces Usted es alguien consentido por el pacto. ¿Y por qué le habría
de amedrentar la elección? Si Usted ha elegido a Cristo, puede estar seguro de
que Él le eligió. Si vuestros ojos llorosos lo están mirando a Él, entonces Sus
ojos omniscientes le han mirado a Usted por largo tiempo; si vuestro corazón lo
ama, el corazón Divino le ama más de lo que Usted podría amarlo jamás, y si está
Usted diciendo ahora: “Padre mío, Tú serás el guía de mi juventud,” Él ha sido su
guía, y le ha conducido a ser lo que es Usted ahora, un humilde buscador, y Él
será su guía y le conducirá seguro al final.
Pero, si Usted es jactancioso, promotor del libre albedrío, que dice:
“voy a arrepentirme y voy a creer siempre y cuando yo lo elija; tengo tanto
derecho a ser salvado como cualquier otro, pues cumplo con mi deber tan bien
como los demás, y sin duda voy a recibir mi recompensa”. Está imponiendo Usted
su Obrar como justificación para obtener la salvación, entonces ha fracasado en
la bendición de la gracia divina que es voluntad de Dios y no será salvo.
4 De Cristo os desligasteis, los que por la ley os
justificáis; de la gracia habéis caído. 5 Pues nosotros por el
Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia; Gálatas 5:4-5
Si Usted está reclamando una expiación universal, que ha de ser recibida
a opción de la voluntad del hombre, verá frustrado su reclamo. Descubrirá que
Dios no tratará con Usted sobre esa base del todo, sino que le dirá: “Vete de
aquí, pues nunca te he conocido. El que no venga a mí a través del Hijo no viene
del todo.”
Yo creo que el hombre que no esté dispuesto a someterse al amor electivo
y a la gracia soberana de Dios, tiene un gran motivo para cuestionarse si es en
verdad un cristiano, pues el espíritu que da coces contra eso es el espíritu
del demonio y es el espíritu del corazón que no ha sido humillado, que no ha
sido renovado. Que Dios suprima de vuestro corazón la enemistad hacia la propia
verdad divina preciosa, y Usted se reconcilie con ella y luego se reconcilie
con Él mismo por medio de LA SANGRE de Su Hijo, que es la garantía y el sello
del pacto eterno. AMÉN.
Colofón:
El Hombre
que está en la Gracia Del Nuevo Pacto De Redención. Estará en ella para siempre
e inevitablemente entrará en la gloria eterna. Tito 3:3-7
No hay comentarios:
Publicar un comentario