La Soledad
Sentimiento
Que Consume El Alma
La Condición
De Una Víctima Inexorable
Hacia El Señor,
Porque Él Sacará Mis Pies
De La Red.
16 Mírame,
Y Ten Misericordia De Mí,
Porque Estoy Solo Y Afligido.
17 Las Angustias De Mi Corazón
Se Han Aumentado;
Sácame De Mis Congojas.
18 Mira Mi Aflicción
Y Mi Trabajo,
Y Perdona
Todos Mis Pecados.
21 Integridad Y Rectitud
Me Guarden,
Porque En Ti He Esperado.
Amén
Salmos 25:15-18,21
El Señor Jesucristo
Es El Único Redentor
Él Nos Dice:
Él Nos Dice:
No Temas
Yo Estaré Contigo Siempre.
1 Así Dice Ahora El Señor,
Quien Te Creó Y Te Formó:
«No Temas, Jacob,
Porque Yo Te Redimí;
Yo Te Di Tu Nombre,
Israel, Y Tú Me Perteneces.
2 Cuando Pases Por Las Aguas,
Yo Estaré Contigo;
Cuando Cruces Los Ríos,
No Te Anegarán.
Cuando Pases Por El Fuego,
No Te Quemarás,
Ni Las Llamas Arderán En Ti.
3 Yo Soy El Señor, Tu Dios.
Yo Soy Tu Salvador,
El Santo De Israel.
Ya He Pagado Por Tu Rescate
A Egipto, Etiopía Y Sebá.
4 Ante Mis Ojos
Tú Eres Grandemente Estimado
Y Digno De Honra.
Yo Te Amo,
Y Por Ti Y Por Tu Vida
Daré Hombres Y Naciones.
5 No Temas,
Que Yo Estoy Contigo.
7 A Todos Los Que Llevan Mi Nombre.
Yo Los He Creado.
Yo Los Formé
Y Los Hice Para Gloria Mía.”
10 Ustedes Son Mis Testigos.
Son El Siervo Que Yo Escogí,
Para Que Ustedes Me Conozcan
Y Crean
Y Entiendan Que Yo Soy El Señor.
No Ha Habido Ningún Dios
Antes De Mí,
Ni Lo Habrá Después.
Isaías 43:1-5, 7, 10
Yo Estaré Contigo Siempre.
1 Así Dice Ahora El Señor,
Quien Te Creó Y Te Formó:
«No Temas, Jacob,
Porque Yo Te Redimí;
Yo Te Di Tu Nombre,
Israel, Y Tú Me Perteneces.
2 Cuando Pases Por Las Aguas,
Yo Estaré Contigo;
Cuando Cruces Los Ríos,
No Te Anegarán.
Cuando Pases Por El Fuego,
No Te Quemarás,
Ni Las Llamas Arderán En Ti.
3 Yo Soy El Señor, Tu Dios.
Yo Soy Tu Salvador,
El Santo De Israel.
Ya He Pagado Por Tu Rescate
A Egipto, Etiopía Y Sebá.
4 Ante Mis Ojos
Tú Eres Grandemente Estimado
Y Digno De Honra.
Yo Te Amo,
Y Por Ti Y Por Tu Vida
Daré Hombres Y Naciones.
5 No Temas,
Que Yo Estoy Contigo.
7 A Todos Los Que Llevan Mi Nombre.
Yo Los He Creado.
Yo Los Formé
Y Los Hice Para Gloria Mía.”
10 Ustedes Son Mis Testigos.
Son El Siervo Que Yo Escogí,
Para Que Ustedes Me Conozcan
Y Crean
Y Entiendan Que Yo Soy El Señor.
No Ha Habido Ningún Dios
Antes De Mí,
Ni Lo Habrá Después.
Isaías 43:1-5, 7, 10
Epílogo:
La Soledad Sin Jesús
Es Angustia Permanente,
Depresión y Ansiedad.
La Nada Enmudecida
Que Se Sumerge
En Tristeza
Y Desesperanza.
¡Abríguese En El Señor Jesucristo
Y Sentirá El Calor De La Mejor
Compañía!
¡De Este Modo Sabrá Salir
Del Dolor, Del Desamparo,
Estará Preparado para Disfrutar
En Plenitud El Porvenir
En El Amor De Jesús,
Sentirá Sus Manos Cariñosas
Que Hacen Siempre El Bien
¡Gloria A Esas Manos!
¡Aleluya Amén!
Le invitamos a cantar
Este precioso himno evangélico:
Manos cariñosas, manos de Jesús,
Manos que llevaron la pesada cruz.
Manos que supieron sólo hacer el bien,
¡Gloria a esas manos! ¡Aleluya amén!
Blancas azucenas, lirios de amor,
fueron esas manos de mi Redentor.
Manos que a los ciegos dieron la visión
Con el real consuelo de su gran perdón.
Manos que supieron calmar el dolor,
¡Oh manos divinas de mi Redentor!
Que multiplicaron los peces y el pan,
manos milagrosas que la vida dan.
Manos que sufrieron el clavo y la cruz;
Manos redentoras de mi buen Jesús.
De esas manos bellas yo confiado estoy,
Ellas van guiando, pues al cielo voy.
¡Oh Jesús tus manos yo las vi en visión
Y vertí mi llanto con el corazón;
Vi sus dos heridas y la sangre vi
que Tú derramaste por salvarme a mí.
Manos que llevaron la pesada cruz.
Manos que supieron sólo hacer el bien,
¡Gloria a esas manos! ¡Aleluya amén!
Blancas azucenas, lirios de amor,
fueron esas manos de mi Redentor.
Manos que a los ciegos dieron la visión
Con el real consuelo de su gran perdón.
Manos que supieron calmar el dolor,
¡Oh manos divinas de mi Redentor!
Que multiplicaron los peces y el pan,
manos milagrosas que la vida dan.
Manos que sufrieron el clavo y la cruz;
Manos redentoras de mi buen Jesús.
De esas manos bellas yo confiado estoy,
Ellas van guiando, pues al cielo voy.
¡Oh Jesús tus manos yo las vi en visión
Y vertí mi llanto con el corazón;
Vi sus dos heridas y la sangre vi
que Tú derramaste por salvarme a mí.
Si no conoce la melodía podrá escucharla en el vídeo
adjunto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario