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lunes, 17 de marzo de 2008

El Futuro Que Dios Ha Previsto Para Sus Hijos

¡Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios! Juan 1:12


TIEMPOS FINALES: LA GRAN TRIBULACIÓN (1ra. Parte)


Autor: Julio Cesar Oquendo Montaner (*)


Todos conocemos que el plan de Dios es claro y seguro. ¿Acaso la creencia en el arrebatamiento debe llevar a los cristianos al pesimismo y a la tristeza? ¡Claro que no! Hemos de tener certeza plena acerca del futuro que Dios ha previsto para sus hijos, y estar expectantes acerca de la Venida del Señor Jesucristo a recoger a su iglesia en las nubes. Sin embargo, reconocemos también luego que tenga lugar el arrebatamiento, habrá un tiempo de intensa tribulación a nivel mundial...
Durante esos 7 años aparecerá el Anticristo, seguirá la persecución de los nuevos cristianos y del pueblo judío; y tendrá lugar la gran batalla de Armagedón y La Segunda Venida De Cristo.
El Nuevo Testamento enseña que la actual era de la iglesia incluye también pruebas y tribulaciones. Jesús dijo: "En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo" (Juan 16:33). El Apóstol Pablo advirtió: "Y también todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución" (2 Timoteo 3:12).
Sin embargo, la persecución de la iglesia por parte del mundo en esta era, no significa que ella sea la ira de Dios. En cambio, la futura tribulación será en un tiempo de la ira de Dios sobre un mundo que ha rechazado a Cristo, un tiempo del que la iglesia ha recibido la promesa de nuestro Señor que será librada
Apocalipsis 3:10;
1 Tesalonicenses 1:10; 5:9

¿QUÉ ES LA GRAN TRIBULACION?
Uno de los pasajes más importantes para entender este tema está en Daniel 9:24-27Aquí Daniel provee un marco claro y conciso para el estudio profético. Este es un pasaje crucial. Mediante este pasaje podemos saber que la tribulación será un periodo de siete años, dividido en dos etapas de 3 ½ cada uno. Por tanto las Setenta Semanas de Daniel son setenta semanas de años, la última semana de años (es decir la tribulación) ha de ser por ello un periodo de 7 años.
Daniel designa este futuro periodo como "tiempo de angustia". En Daniel 12:1 este tiempo es descrito no sólo como "tiempo de angustia", sino también como el tiempo en que Israel "será libertado".

El primer pasaje que trata acerca de la tribulación en el Nuevo Testamento está en Mateo 24:4-28.
En los versos 4-14, se refiere a la primera mitad de la gran tribulación y en los versos 15-28, describe la segunda mitad que conduce a la segunda venida. La tribulación será intensa y de gran alcance.
Las epístolas de Pablo a Tesalónica han sido designadas como el Apocalipsis de Pablo, por cuanto tratan de modo extenso acerca de temas proféticos.
Dos veces, en –1 Tesalonicenses 1:10 y en 5:9- se refiere Pablo a la tribulación al hacer referencia a un tiempo futuro de ira.
Cuando los verdaderos cristianos sean arrebatados por el Señor en las nubes (1 Tesalonicenses 4:16-17), la presencia manifiesta del Espíritu Santo, (aunque no del todo), será también quitada sobre este mundo. Esto lo podemos corroborar en 2 Tesalonicenses 2:6-8

El Espíritu Santo en los tiempos actuales se está manifestando con poder y gloria en las Iglesias. Esta presencia comenzó desde que en Pentecostés de una manera poderosa se derramó el Espíritu Santo bautizando a los 120 que estaban reunidos. Desde ese momento comenzó a morar en todos los que confiesan a Jesucristo como el Salvador y Señor de sus vidas. A partir de Pentecostés nació la Iglesia que hoy tenemos. De igual manera esta presencia será levantada pues los cristianos que somos morada del Espíritu Santo nos iremos al ser llamados por el Señor.
Una vez que la Iglesia se haya movido hacia el cielo, el ministerio de edificar el cuerpo de Cristo del Espíritu Santo cesará y volverá a ser el mismo que tenía en los tiempos del Antiguo Testamento. A partir de ese momento se dará riendas sueltas a la iniquidad y comenzará la rebelión universal satánica.

En relación con los incrédulos, el Espíritu Santo proseguirá obrando induciendo la convicción de pecado y obrando en el proceso de la salvación. Muchas vidas llegarán a ser cristianas durante la tribulación y es el Espíritu Santo el que los convencerá de pecado. (Romanos 11:25,26; Apocalipsis 7:9-17).
Al comenzar la Gran Tribulación Dios sellará a 144,000 testigos judíos que testificarán de Jesucristo en la Gran Tribulación.

IX. Nuestra fructificación glorifica al Padre (Juan 15:8 “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos”).
A. Si deseamos agradar a Dios, debemos llevar mucho fruto.
Cuanto más fruto llevemos, tanto más abundaremos en toda cosa buena y tanto mayor será la gloria que demos a nuestro Padre Celestial
B. La verdadera prueba de obediencia se refleja en llevar mucho fruto.
C. La prueba del verdadero discipulado:
1. Mucho fruto.
2. Obediencia a la visión.

Conclusión: En los versículos 3 al 8 del capítulo 15 del Evangelio de Juan, hemos aprendido que para producir fruto, es necesario permanecer en Cristo. Además, la Palabra es la amonestación que Dios utiliza para limpiarnos a fin de llevar más fruto.
La oración contestada es una de las bendiciones del que permanece en Cristo y le obedece. Así también hay consecuencias terribles para el que se aparta de la visión (Jesucristo) como por ejemplo, dejar de dar fruto, secarse espiritualmente y apartarse del camino del Señor.Dios el Padre es glorificado cuando llevamos mucho fruto y la prueba inequívoca del verdadero discipulado es llevar mucho fruto y estar en obediencia a la visión.

LA GRAN TRIBULACIÓN Fin de la primera parte

Visita nuestra página Web: http://www.ilbn.org/
(*) Pastor de la Iglesia Las Buenas Nuevas en la ciudad de Ginebra Suiza.

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