LA FE ES
EL PODER DE DIOS
REVELADO EN HECHOS
DEL HOMBRE QUE
CONFÍA EN ÉL
¡LA
OMNIPOTENCIA DE DIOS
CONFIADO A
LOS HOMBRES
QUE LE AMAN!
Dijeron Los Apóstoles Al Señor:
Auméntanos La Fe
Entonces El Señor Dijo:
Si Tuvierais Fe
Como
Un Grano De Mostaza,
Podríais Decir A Este Sicómoro:
Desarráigate, Y Plántate En El Mar;
Y Os Obedecería.
La respuesta de Jesús
como se ve, no es concederles el aumento inmediato a la solicitud. Pero
sí, enseñarles la lección del Poder De
La Fe que obra milagros por medio de los hombres.
Es El Poder De Dios revelado
en hechos del hombre,… La certeza de lo esperado suceda y se manifieste el milagro….
Interviene la
seguridad del actor sin cuyo requisito el milagro no acontece.
Jesús enseña esa
virtud, por eso el aumento de la fe pedida no es inmediata, sino más bien,
cultivada.
Jesús obró milagros: Sanó a enfermos, concedió la vista a ciegos,
resucitó a los muertos e hizo otros prodigios
más. En todos ellos demandó la fe de sus favorecidos.
“Dijo Jesús: Quitad
La Piedra. Marta, La Hermana Del Que Había Muerto, Le Dijo: Señor, Hiede Ya,
Porque Es De Cuatro Días. Él Le Dijo: ¿No Te He Dicho Que Si Crees, Verás La
Gloria De Dios? Juan 11:39-40
Elías enfrentó esta misma experiencia:
El Señor probó su confianza y obediencia en el arroyo de Querit.
El profeta tuvo que depender de Dios para su supervivencia.
“Vino A Él Palabra De Jehová,
Diciendo: Apártate De Aquí, Y Vuélvete Al Oriente, Y Escóndete En El Arroyo De
Querit, Que Está Frente Al Jordán. Beberás Del Arroyo; Y Yo He
Mandado A Los Cuervos Que Te Den Allí De Comer.
Y Él Fue E
Hizo Conforme A La Palabra De Jehová; Pues Se Fue Y Vivió Junto Al Arroyo De
Querit, Que Está Frente Al Jordán.
Y Los
Cuervos Le Traían Pan Y Carne Por La Mañana, Y Pan Y Carne Por La Tarde; Y
Bebía Del Arroyo. 1 Reyes
17.2-6
En Sarepta creyó, y El Señor le suministró
alimentos para él y para la viuda, a la que después le hizo el milagro de
resucitar a su hijo.
Vino Luego A
Él Palabra De Jehová, Diciendo: Levántate, Vete A Sarepta De Sidón, Y Mora
Allí; He Aquí Yo He Dado Orden Allí A Una Mujer Viuda Que Te Sustente.
Entonces Él
Se Levantó Y Se Fue A Sarepta. Y Cuando Llegó A La Puerta De La Ciudad, He Aquí
Una Mujer Viuda Que Estaba Allí Recogiendo Leña; Y Él La Llamó, Y Le Dijo: Te
Ruego Que Me Traigas Un Poco De Agua En Un Vaso, Para Que Beba.
Y Yendo Ella
Para Traérsela, Él La Volvió A Llamar, Y Le Dijo: Te Ruego Que Me Traigas
También Un Bocado De Pan En Tu Mano.
Y Ella
Respondió: Vive Jehová Tu Dios, Que No Tengo Pan Cocido; Solamente Un Puñado De
Harina Tengo En La Tinaja, Y Un Poco De Aceite En Una Vasija; Y Ahora Recogía
Dos Leños, Para Entrar Y Prepararlo Para Mí Y Para Mi Hijo, Para Que Lo
Comamos, Y Nos Dejemos Morir.
Elías Le
Dijo: No Tengas Temor; Ve, Haz Como Has Dicho; Pero Hazme A Mí Primero De Ello
Una Pequeña Torta Cocida Debajo De La Ceniza, Y Tráemela; Y Después Harás Para
Ti Y Para Tu Hijo.
Porque
Jehová Dios De Israel Ha Dicho Así: La Harina De La Tinaja No Escaseará, Ni El
Aceite De La Vasija Disminuirá, Hasta El Día En Que Jehová Haga Llover Sobre La
Faz De La Tierra.
Entonces
Ella Fue E Hizo Como Le Dijo Elías; Y Comió Él, Y Ella, Y Su Casa, Muchos Días.
Y La Harina
De La Tinaja No Escaseó, Ni El Aceite De La Vasija Menguó, Conforme A La
Palabra Que Jehová Había Dicho Por Elías.
Después De
Estas Cosas Aconteció Que Cayó Enfermo El Hijo Del Ama De La Casa; Y La
Enfermedad Fue Tan Grave Que No Quedó En Él Aliento.
Y Ella Dijo
A Elías: ¿Qué Tengo Yo Contigo, Varón De Dios? ¿Has Venido A Mí Para Traer A
Memoria Mis Iniquidades, Y Para Hacer Morir A Mi Hijo?
El Le Dijo:
Dame Acá Tu Hijo. Entonces Él Lo Tomó De Su Regazo, Y Lo Llevó Al Aposento
Donde Él Estaba, Y Lo Puso Sobre Su Cama.
Y Clamando A
Jehová, Dijo: Jehová Dios Mío, ¿Aun A La Viuda En Cuya Casa Estoy Hospedado Has
Afligido, Haciéndole Morir Su Hijo?
Y Se Tendió
Sobre El Niño Tres Veces, Y Clamó A Jehová Y Dijo: Jehová Dios Mío, Te Ruego
Que Hagas Volver El Alma De Este Niño A Él.
Y Jehová Oyó
La Voz De Elías, Y El Alma Del Niño Volvió A Él, Y Revivió.
Tomando
Luego Elías Al Niño, Lo Trajo Del Aposento A La Casa, Y Lo Dio A Su Madre, Y Le
Dijo Elías: Mira, Tu Hijo Vive.
Entonces La
Mujer Dijo A Elías: Ahora Conozco Que Tú Eres Varón De Dios, Y Que La Palabra
De Jehová Es Verdad En Tu Boca. 1 Reyes
17:8-24
Colofón:
ES DIOS El
Que Provee De Oportunidades
Para
Aumentar La Fe De Todos Nosotros,
Pero esto depende de nuestra
actuación:
Ser Obedientes A Su Palabra.
No Detenernos En Las Dificultades
Del Entendimiento Humano
Y Seguir Con
Fe De Hacer Grandes Cosas
Confiando En
La Omnipotencia Del Señor.
Amén
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