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viernes, 28 de octubre de 2016

» La Libertad, El Bien Supremo Del Hombre «



» La Libertad, El Bien Supremo Del Hombre «

El Disfrute Del Libre Albedrío, 
Camino de Perdición


Introducción:

La Ambivalencia de ambos ilustra La Biblia en aquella libertad utilizada para el mal y la otra para allegarse a Dios “El Bien Supremo” mediante El Arrepentimiento.

¡Dios Busca Al Descarriado!

Veamos la historia del “Hijo Pródigo” y “El Padre Amoroso”

La Herencia entregada al hijo.
Los bienes asumidos le abren el camino al placer de vida licenciosa.
Malgastado le sobrevino el hambre y empezó el sufrimiento.

La reflexión marca el inicio del arrepentimiento.

Recuerda su vida junta al Padre pues no le faltaba nada.
Ahora sufre.
Esa angustia impulsa su retorno.

“!!Cuántos Jornaleros En Casa De Mi Padre
Tienen Abundancia De Pan,
Y Yo Aquí Perezco De Hambre! (Lucas 15:17)

La supervivencia, - vivir en condiciones adversas-, le desespera.

Este Es El Primer Motor Del Retorno A Casa. “Dios”

El pecado de la vida libertina pesa sobre él y se da cuenta que ya no es el “hijo amado”.

Busca el perdón como un jornalero, un salario por su día de trabajo.

Ha perdido todo privilegio.

Esa es la realidad del hombre arrepentido.

El Amor Del Padre Perdona su extravío y le restituye el valor de Hijo Amado y hace fiesta por su retorno.

¡Cuán Amoroso Es Dios Con Nosotros, Que Empleamos Mal Nuestro Libre Albedrío!

¡El Retorno a Su Gracia y Misericordia es Plena!

¡Somos Hijos Suyos Para Siempre!


Parábola Del Hijo Pródigo
11 Un Hombre Tenía Dos Hijos;
12 Y El Menor De Ellos Dijo A Su Padre:
Padre,
Dame La Parte De Los Bienes
Que Me Corresponde;
Y Les Repartió Los Bienes.
13 No Muchos Días Después,
Juntándolo Todo El Hijo Menor,
Se Fue Lejos A Una Provincia Apartada;
Y Allí Desperdició Sus Bienes
Viviendo Perdidamente.
14 Y Cuando Todo Lo Hubo Malgastado,
Vino Una Gran Hambre
En Aquella Provincia,
Y Comenzó A Faltarle.
15 Y Fue Y Se Arrimó
A Uno De Los Ciudadanos De Aquella Tierra,
El Cual Le Envió A Su Hacienda
Para Que Apacentase Cerdos.
16 Y Deseaba Llenar Su Vientre
De Las Algarrobas Que Comían Los Cerdos,
Pero Nadie Le Daba.
17 Y Volviendo En Sí, Dijo:
!!Cuántos Jornaleros En Casa De Mi Padre
Tienen Abundancia De Pan,
Y Yo Aquí Perezco De Hambre!
18 Me Levantaré E Iré A Mi Padre,
Y Le Diré: Padre,
He Pecado Contra El Cielo Y Contra Ti.
19 Ya No Soy Digno De Ser Llamado Tu Hijo;
Hazme Como A Uno De Tus Jornaleros.
20 Y Levantándose, Vino A Su Padre.
Y Cuando Aún Estaba Lejos,
Lo Vio Su Padre,
Y Fue Movido A Misericordia,
Y Corrió,
Y Se Echó Sobre Su Cuello,
Y Le Besó.
21 Y El Hijo Le Dijo:
Padre,
He Pecado Contra El Cielo Y Contra Ti,
Y Ya No Soy Digno De Ser Llamado Tu Hijo.
22 Pero El Padre Dijo A Sus Siervos:
Sacad El Mejor Vestido,
Y Vestidle;
Y Poned Un Anillo En Su Mano,
Y Calzado En Sus Pies.
23 Y Traed El Becerro Gordo Y Matadlo,
Y Comamos Y Hagamos Fiesta;
24 Porque Este Mi Hijo Muerto Era,
Y Ha Revivido;
Se Había Perdido,
Y Es Hallado.
Y Comenzaron A Regocijarse.

Colofón:

¡El Libre Albedrío es Nuestra Ofrenda a Dios Para Lograr Una Vida De Santidad!
¡Amén!

Viernes, 28 de Octubre de 2016

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