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lunes, 17 de julio de 2017

¡La Libertad¡



¿Domino y Potestad De Dios Que Autoriza Los Actos Del Hombre?
O,
¿Facultad del ser humano de obrar o no obrar según su inteligencia y antojo?

La libertad en el sentido humano, significa supresión de trabas. Eliminación de aquellas procedentes del exterior. En suma, la facultad de conducirse por sí mismo.

La capacidad para actuar de acuerdo con su determinación, su saber y su moral. 

La suficiencia del Libre Albedrío que elige entre dos contrarios.

¿Es posible ese actuar al capricho de cada cual?
¿Es posible la libertad del hombre por su simpe saber?

La neuróloga Rita Levi Montalcini, Premio Nobel de Medicina en 1986 – dice en su libro “Elogio a la IMPERFECCIÓN” (1989):
“Es la IMPERFECCIÓN y no la perfección la que se encuentra en la base de la actuación humana. La razón es hija de la IMPERFECCIÓN.
Al ser IMPERFECTOS, los seres humanos hemos recurrido a la razón.

La pregunta que sigue: 

¿Puede el hombre actuar a través de su libre arbitrio imperfecto?

En la libertad,
¿Será capaz de evitar excesos que caen en el libertinaje, si su conciencia es imperfecta?

Lo dicho por Levi Montalcini guarda estrecha armonía con la sentencia del Rey Salomón “La Autoridad Divina endereza las dudas  del hombre”. El antojo y la voluntad que pudieran estar mal encaminadas.

5 Fíate De Jehová De Todo Tu Corazón,
Y No Te Apoyes En Tu Propia Prudencia.
6 Reconócelo En Todos Tus Caminos,
Y Él Enderezará Tus Veredas. Proverbios 3:5-6

Levi Montalcini explica que la conducta humana está dominada por las pasiones en especial las agresivas.  
Los seres humanos “seguimos siendo animales guiados por la región límbica palocortical, sustancialmente igual en el hombre y en otros animales”
Añade, que los genes humanos tienen albergado en su interior, como si fueran archivos informáticos, restos de un pasado violento, que condicionan la conducta y el comportamiento humano.
La necesidad apremiante de sobrevivir en un mundo muy hostil; el hecho de tener que defenderse y resolver frente a la amenaza externa, o la lucha encarnecida que tuvo que librar sin tregua ni descanso para mantener viva la especie, no son sino elementos definitorios de la violencia, que insertados en nuestro código genético, han perdurado en la biología cerebral que gobierna los actos del hombre moderno.
Las emociones más primitivas como el odio, la venganza o ser objeto de desprecio y rechazo social, son parte de ese resorte que sostiene y alimenta el recurso a la violencia.
El predominio de la parte más emotiva y sentimental del ser humano, (la llamada región límbica palocortical), por encima de la razón y de los aspectos cognitivos más evolucionados, (la zona de circunvalación neocortical del cerebro), parece dominar la forma de conducirse de la persona. (Ref.: La Violencia Humana: Una Fiel Compañera Del Hombre).   

La filosofía racionalista va más allá; dogmatiza la razón al extremo de afirmar que los problemas que interesan a la conciencia humana solamente pueden ser resueltos por el juicio natural, sin la ayuda de ninguna revelación sobrenatural.
Juzgan todo a través de la mente humana, no admitiendo nada que rebase sus fronteras. Según ellos, sólo el conocimiento y la ciencia del bien son los decisivos para la conducta moral.

Sören Kierkegaard, filósofo danés afirmaba que « La Angustia Es El Vértigo De La Libertad «.

Solo La Fe En Jesucristo podía acabar con ese miedo.

Al sentir el aturdimiento se adquiere conciencia de sí. El paso más elevado del hombre » Un  Salto Cualitativo «. Poseer conciencia de la verdadera naturaleza de su actuar.

La excelencia del libre albedrío se halla sostenida en la voluntad permisible de Dios.

La angustia pone al hombre ante lo único inconmovible, Dios.

5 La Fe No Esté Fundada En La Sabiduría De Los Hombres, Sino En El Poder De Dios. 1 Corintios 2:5

¡La Libertad Verdadera siguiendo el camino de Jesucristo!

31 Dijo Entonces Jesús A Los Judíos Que Habían Creído En Él:
Si Vosotros Permaneciereis En Mi Palabra, Seréis Verdaderamente Mis Discípulos; 32 Y Conoceréis La Verdad, Y La Verdad Os Hará Libres.
36 Así Que, Si El Hijo Os Libertare, Seréis Verdaderamente Libres.   Juan 8:31, 32,36

Colofón:

La Libertad Es La Verdad De Jesús, y el que no conoce esa realidad está inmerso en un mundo causal, fortuito, contingente.  
Por eso, el cristiano obedece la voluntad de Dios y entrega su vida y libre arbitrio al Designio Divina Que Es Perfecto Y De Bien.

Su Fe Confiesa Que Jesús Es La Autoridad Suprema Al Que Le Debe Obediencia.

15 Todo Aquel Que Confiese
Que Jesús Es El Hijo De Dios,
Dios Permanece En Él,
Y Él En Dios. 1 Juan 4:15
¡Amén!



Lunes, 17 de Julio de 2017







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