¿QUÉ ESTAMOS HACIENDO?
Por Félix Zavala Agapito
Mi corazón compungido se expresa con dolor, ver que en estos tiempos estamos viviendo conforme a los deseos del hombre y no al anhelo del corazón de Dios.
Escucho y también veo a personas afanadas en construir templos y casas según sus proyectos para que sean lugares de oración para Dios.
Pregunto: ¿Por qué ese afán? y ¿Cuál es el deseo de Dios?
Si la preferencia es construir templos materiales, ¿En donde esta el templo espiritual?
Hay una demanda de Dios que se expresa con urgencia:
Marcos 16:15 “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”;
Mateo 28.19-20 “id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;”
1 Corintios 3:16; 6:19 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
Dios nos dice claramente que la iglesia es la reunión de hermanos; Efesios 2:20-22 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
Ella es vista más bien como un edificio hecho para adorar a Dios.
Esa es una enseñanza muy importante a tomarse en cuenta. Preguntémonos cada cual entonces:
¿Por qué la preocupación de construir lo material que solo es vanidad?
¿Por qué ese anhelo del hombre para agradar a Dios de ese modo?
¿Piensas hermano, que el sabio Salomón, constructor y encargado por Dios para edificar el templo, por ese privilegio se libró de pecar? Ciertamente que ¡No!
Al final de su vida todo fue ¡Vanidad De Vanidades!
Hermanos míos:
El Señor desea que seamos constructores de vidas transformadas antes que deleitarnos con lo material, una casa o edificio de lujo y comodidades.
Que nuestro afán no sean hermosas construcciones: con lunas polarizadas, objetos atractivos a la vista y otras cosas más.
¿Será que lo poseído no es suficiente y se empieza a desear más?
Otra pregunta sería: ¿He sido fiel con El Señor para pedir más?
La Biblia dice: “en lo poco eres fiel en lo mucho te pondré”.
¿Acaso vienen las bendiciones de Dios sin antes no haber mostrado obediencia por el amor de Él?
Meditemos cada cual en eso; No obrar conforme a las enseñanzas de Dios es pecado.
1 Pedro 2:5 «nos dice: vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.»
Con eso se demanda que nuestras oraciones no deben ser nunca por cosas vanas (como prioridad); sino, por lo que Dios quiere de nuestros ruegos:
“Un Hermoso Templo: El De Nuestros Corazones”. 1 Corintios 3:16; 6:19
Sabemos que “Sin fe es imposible agradar a Dios” Hebreos 11:6.
“Ofrecer sacrificios vivos” (Romanos 12:1) Ese es nuestro verdadero culto. Nuestra Religión Verdadera. Y se pide que sea conciente, bien pensada, por eso racional. Esto significa vivir consagrado día a día, y no solo los domingos en una liturgia religiosa. Esta última no mueve a nuestro Dios a misericordia. Contrariamente nos mira con tristeza.
Aceptemos la transformación plena de nuestro entendimiento, de tal manera que la vida que llevamos sea aceptable a Dios y todo eso hacerlo por fe.
Fe en Cristo Jesús que cargo todos mis pecados.
El es La Vida Eterna. Su Nombre Está Sobre Todo Nombre. Amén.
Por Félix Zavala Agapito
Mi corazón compungido se expresa con dolor, ver que en estos tiempos estamos viviendo conforme a los deseos del hombre y no al anhelo del corazón de Dios.
Escucho y también veo a personas afanadas en construir templos y casas según sus proyectos para que sean lugares de oración para Dios.
Pregunto: ¿Por qué ese afán? y ¿Cuál es el deseo de Dios?
Si la preferencia es construir templos materiales, ¿En donde esta el templo espiritual?
Hay una demanda de Dios que se expresa con urgencia:
Marcos 16:15 “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”;
Mateo 28.19-20 “id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;”
1 Corintios 3:16; 6:19 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
Dios nos dice claramente que la iglesia es la reunión de hermanos; Efesios 2:20-22 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
Ella es vista más bien como un edificio hecho para adorar a Dios.
Esa es una enseñanza muy importante a tomarse en cuenta. Preguntémonos cada cual entonces:
¿Por qué la preocupación de construir lo material que solo es vanidad?
¿Por qué ese anhelo del hombre para agradar a Dios de ese modo?
¿Piensas hermano, que el sabio Salomón, constructor y encargado por Dios para edificar el templo, por ese privilegio se libró de pecar? Ciertamente que ¡No!
Al final de su vida todo fue ¡Vanidad De Vanidades!
Hermanos míos:
El Señor desea que seamos constructores de vidas transformadas antes que deleitarnos con lo material, una casa o edificio de lujo y comodidades.
Que nuestro afán no sean hermosas construcciones: con lunas polarizadas, objetos atractivos a la vista y otras cosas más.
¿Será que lo poseído no es suficiente y se empieza a desear más?
Otra pregunta sería: ¿He sido fiel con El Señor para pedir más?
La Biblia dice: “en lo poco eres fiel en lo mucho te pondré”.
¿Acaso vienen las bendiciones de Dios sin antes no haber mostrado obediencia por el amor de Él?
Meditemos cada cual en eso; No obrar conforme a las enseñanzas de Dios es pecado.
1 Pedro 2:5 «nos dice: vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.»
Con eso se demanda que nuestras oraciones no deben ser nunca por cosas vanas (como prioridad); sino, por lo que Dios quiere de nuestros ruegos:
“Un Hermoso Templo: El De Nuestros Corazones”. 1 Corintios 3:16; 6:19
Sabemos que “Sin fe es imposible agradar a Dios” Hebreos 11:6.
“Ofrecer sacrificios vivos” (Romanos 12:1) Ese es nuestro verdadero culto. Nuestra Religión Verdadera. Y se pide que sea conciente, bien pensada, por eso racional. Esto significa vivir consagrado día a día, y no solo los domingos en una liturgia religiosa. Esta última no mueve a nuestro Dios a misericordia. Contrariamente nos mira con tristeza.
Aceptemos la transformación plena de nuestro entendimiento, de tal manera que la vida que llevamos sea aceptable a Dios y todo eso hacerlo por fe.
Fe en Cristo Jesús que cargo todos mis pecados.
El es La Vida Eterna. Su Nombre Está Sobre Todo Nombre. Amén.
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